Hollywood se está luciendo con esta temporada de Halloween y sinceramente estoy muy entusiasmado por los múltiples proyectos terroríficos que han estrenado y que han de estrenar. Entre las tantas compañías de producción que ofrecen este tipo de proyectos a sus audiencias, Netflix es una que raramente falla en traer algo de la más alta calidad a la mesa de la mano de algún artista que sabe como aterrorizar al público de las mejores formas. Este definitivamente es el caso con la creación más reciente del escritor y director Mike Flanagan, “The Fall of the House of Usher”.
Esta serie limitada no es tan sólo otra pieza hecha para asustar o perturbar (cosas que aún así hace muy bien) si no que, para mi sorpresa, está llena de una gran cantidad sofisticada de comentario social, político, moral y empresarial que te tendrá pensando por un buen tiempo. Tan pronto terminó el último episodio me tuve que echar hacia atrás en mi asiento y, con una sonrisa en mi rostro, lo primero que cruzó por mi mente fue: ¿Qué fue lo que acabo de ver? Y creo que la respuesta a esa pregunta es: un poema gótico moderno.
“The Fall of the House of Usher” relata la historia de la familia Usher, liderada por el magnate Roderick Usher, y su trágica caída de las alturas de su imperio farmacéutico. Un imperio que se creó con trampas, mentiras e incluso algunos asesinatos. Esta familia tan poderosa y presuntamente indestructible repentinamente se vuelve vulnerable con la llegada de una misteriosa mujer.
Esta descripción tan sólo raya la superficie de la trama y las ideas discutidas en esta serie limitada. Incluso esta reseña sólo podrá rayar esa misma superficie porque para explorar todo lo que compone “The Fall of the House of Usher” se necesitan por lo menos diez páginas adicionales. La familia Usher está llena de personajes complicados que han sido torcidos por las circunstancias de sus vidas, hecho que los ha convertido en la peor versión de sí mismos. La misión de la audiencia es descifrar si son personas merecedoras de una segunda oportunidad o si sus caídas son justas.
Me alegra ver a Mike Flanagan de regreso al tipo de arte que él sabe hacer. La dirección es excelente pero el libreto se destaca a través de todos los ocho episodios. Un libreto que es elevado en gran manera por las actuaciones de este elenco que es digno de todo elogio.
Tengo que destacar que mi actuación favorita en toda la serie fue la de la actriz nominada al Oscar, Mary McDonell, quien interpreta la versión adulta de Madeline Usher. Simplemente fue un placer el observar el gran talento de McDonell y la forma en la que fácilmente se robaba cada escena en la que estuvo. Me encantó específicamente un discurso que su personaje tiene en el último episodio, el cual provee una perspectiva muy interesante y real de cómo debe ser la experiencia de alguien responsable por una compañía multimillonaria.
Otra actuación destacada para mí fue la de Malcom Goodwin interpretando a la versión joven del abogado Aguste Dupin. Las expresiones faciales de este actor me impresionaron mucho. Siento que Goodwin pertenece al pequeño grupo de actores que utilizando tan solo sus ojos puede expresar efectivamente cualquier emoción sin necesidad de una línea. Podría estar hablando de las actuaciones de este grupo de actores todo el día ya que ninguno de ellos hace un trabajo a medias. Se entregan por completo a esta historia y a estos personajes, los cuales en algunos casos no deben ser fáciles de personificar.
“The Fall of the House of Usher” es una experiencia de la cual todos deberíamos participar porque trae algo nuevo a este género que amamos. Te aseguro que disfrutarás de esta serie de múltiples maneras y no te arrepentirás de los brincos que te hará pasar. Este proyecto estará disponible en Netflix desde el 12 de octubre.