Ternura y corazón sobran en la cinta de apertura del Festival de Sundance, edición 2021.
CODA, abreviatura de Child of Deaf Adults, abre el primer festival de cine del año ante gran expectativa creada en parte gracias al éxito de “Sound of Metal”, un drama semi-experimental sobre un baterista que comienza a quedarse sordo. La aclamada cinta que debutó en el Festival de Toronto de 2019 ha sido elogiada no solo por sus características inmersivas, sino también por su autenticidad y representación de la comunidad de sordos. Ahora, la directora Sian Heder (Tallulah) regresa a Sundance con una propuesta que no solo cumple con la importante práctica de inclusión, sino que carga cuatro de las mejores actuaciones que verás en todo el año, tres de ellas a cargo de actores con discapacidad auditiva.
Ambientada en la ciudad costera de Gloucester en el estado de Massachussets, CODA cuenta la historia de Ruby Rossi (Emilia Jones), una adolescente y única miembro oyente de una familia de cuatro. Antes ir a la escuela, Ruby zarpa de madrugada junto a su padre y hermano en un bote de pesca, siendo este el principal sustento de la familia. Desde el comienzo, la cinta pone en exhibición el talento de la protagonista para el canto, su verdadera pasión. Sin embargo, su responsabilidad como intérprete de la familia le brinda poco o ningún espacio para tratar de alcanzar sus sueños, limitándose a cantar en el bote donde solo sus oídos y el mar la pueden escuchar. Esto comienza a cambiar tras matricularse en una electiva de canto impartida por un instructor (Eugenio Derbez) que rápidamente identifica el talento que esconde.
Jones, quien recientemente protagonizó la serie “Locke and Key” de Netflix, es una total revelación en el rol de Ruby, una adolescente que, como cualquier otra, se avergüenza del sentido del humor de sus padres, se rehúsa a mirar a su crush a los ojos y le da el frío olímpico cuando se le pide cantar en público. Pero el talento de Ruby es poco convencional, a diferencia del esqueleto de esta historia. Ruby, al igual que los elementos que viven dentro de esta predecible historia de madurez, se desborda de ternura, generosidad y autenticidad. Junto al resto de su familia -interpretados todos por actores con discapacidad auditiva- Jones derrumba la pared que separa lo ficticio de la realidad. Gracias a ellos y a diversos momentos emotivos que evitan el melodrama y se sienten genuinos, esta película adquiere una dimensión y profundidad que no siempre está presente en historias de madurez.
Aunque embarca en un camino que ya hemos recorrido, el saber hacia dónde nos dirigimos no le resta a esta irresistible aventura de autodescubrimiento.
CODA tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Sundance.