No hay nada mejor que ir al cine a ver algo divertido y salir con el mejor mood. Esta película es la confirmación de que sí se puede hacer una buena comedia sin caer en lo vulgar. Freakier Friday es todo lo que está bien en esta vida.
Volver a traer una película icónica de la comedia de los 2000 y que funcione no es tarea fácil. Se ha intentado muchas veces, pero pocas veces se logra. Definitivamente, Disney lo logró con esta secuela. Sientes que creció contigo, y cada chiste cae en el lugar perfecto: nada se siente forzado ni ofensivo. Te deja con esa sensación de “wow, ya estamos viejos”, pero de una forma divertida y llena de nostalgia.
Tener a Lindsay Lohan de vuelta es lo mejor que nos pudo pasar a los que crecimos con ella. En esta película la vemos completamente adulta, llena de trabajo y tratando de balancear su vida entre ser una profesional y lidiar con una adolescente. ¿Te suena familiar? Ahora bien, Jamie Lee Curtis nunca decepciona: es divertidísima y, además, te saca una que otra lágrima. Algo que también se nota mucho es que todo el elenco la pasó genial durante el rodaje, y la química entre ellos se siente en cada escena.
Esta película es un recordatorio de muchas cosas, pero en especial de que, de vez en cuando, es importante ponerse en los zapatos del otro. Ver las cosas desde otra perspectiva es necesario para lograr una comunicación efectiva y poder entender al prójimo. Además, resalta que el amor no conoce de tiempo, pero sí es experto en conexión.
Si hablamos de la producción, es un acierto completo. Es como tener de vuelta una película de los 2000, pero con toques modernos. Tiene muy buen ritmo y te lleva por una verdadera montaña rusa de emociones. Es una comedia bien lograda, con corazón, nostalgia y momentos que conectan. Sin duda, un regreso digno y refrescante que vale la pena ver. Esta película es la confirmación de que la comedia no depende de la vulgaridad, que el género no está muerto y que no hace falta ofender a nadie en el proceso para lograr hacer reír.
Claro, Freaky Friday no es el tipo de película que vas a ver en el cine y te va a volar la cabeza ni te va a replantear toda tu existencia. Pero, en mi opinión, ya estamos saturados de ese tipo de cine. Esta película es justamente una respuesta a eso: una comedia familiar, ligera, con un mensaje claro, sencillo y directo al grano. Nos recuerda que el romance no es solo cosa de jóvenes, que a veces quien menos esperas tiene mucho en común contigo, y que, sin importar la edad, siempre vamos a necesitar a mamá.
Debo concluir que ojalá sigamos viendo más secuelas bien hechas como esta en la pantalla grande. Historias que nos hagan reír, conectar y, sobre todo, disfrutar del cine sin tantas pretensiones. Así que no se pierdan Freaky Friday, en estreno desde este jueves en la gran sala. ¡Nos vemos en el cine!

