Habiendo dejado su sello como Ciri, la “niña del destino”, en la exitosa serie de fantasía The Witcher, y más recientemente protagonizado la película de terror Baghead: Contacto con la muerte, la actriz británica Freya Allan ahora toma su lugar en el folclore de The Planet of the Apes como Nova, el personaje humano principal de la última entrega de la épica saga: Kingdom of the Planet of the Apes.
Ambientada cientos de años después de los acontecimientos de War for the Planet of the Apes este nuevo capítulo, dirigido por Wes Ball, director de The Maze Runner, encuentra a la humanidad mucho más alejada que en los días civilizados de comienzos del siglo XXI, reducida a un mudo estado salvaje. Pero está claro que la misteriosa Nova tiene un papel que cumplir en el destino del mundo cuando acompaña al joven chimpancé Noa (Owen Teague) en un peligroso viaje de descubrimiento. Viaje en el que, durante la filmación de la película en los alrededores de Sídney (Australia), Allan pudo realmente volverse salvaje…
Lee la entrevista que Dan Jolin (Empire Magazine) le hizo a la actriz:
¿Qué fue lo primero que pensó cuando le propusieron formar parte de una nueva película de The Planet of the Apes?
Cuando vi entrar a mi bandeja de entrada The Planet of the Apes pensé: “Dios mío, esto es una locura. Es una franquicia importantísima”. Una franquicia que está desde hace mucho tiempo, las primeras películas son de años atrás, y mis padres las vieron todas. Fue muy emocionante porque tiene mucha tradición. Pero todo fue bastante misterioso al comienzo, y fue mi primera audición con Owen [Teague] lo que me atrapó. Pensé: “Me encanta este muchacho”. Fue un compañero de escena formidable. Y Wes [Ball, director] era claramente un hombre muy inteligente que tenía una visión muy clara. Pude ver lo perfeccionista que era. Eso es lo que siempre busco en los directores, porque infunde confianza. Así que, aunque me pareció genial trabajar en The Planet of the Apes, yo realmente quería trabajar con ellos dos.
¿Supo desde el principio que iba a interpretar a un humano o por un momento pensó que tal vez sería el papel de un simio?
No. Siempre supe que era el papel de una humana. Nunca pensé que sería el de un simio, aunque me hubiera gustado saber cómo hubiera sido eso, y cómo hubiera sido mi simio. Para interpretar a un simio hay que pasar por un proceso increíble. Pude ver a todos los demás actores transformarse en esos simios y me pareció algo realmente interesante. Hicieron campamento de simios juntos, lo que pareció muy divertido, trepando por las estructuras de escalada. Era como un zoológico. Participé ocasionalmente porque había ciertas cosas que me era útil ver, por la actividad física de mi personaje. Pero me gustó ser una humana. Debo decir que fue muy interesante ser una humana rodeada de simios, eso me gustó.
¿Cómo fue para usted interpretar un papel como ese?
Cuando era niña, siempre jugaba a ser perro. Así que el elemento salvaje del personaje me resultó muy natural. Pero también fue interesante interpretar a alguien que tiene tantas intenciones en conflicto, y que todo lo que ella siempre supo está siendo puesto en tela de juicio durante el transcurso de la película.
¿Hizo alguna investigación en particular para el papel?
Sí. Investigué mucho sobre temas de los que no puedo hablar porque te contaría la película. Pero lo principal fue que quería establecer la historia previa del personaje, todos los detalles, para mí. Hay ciertas cosas de mi trasfondo que nadie va a conocer, necesariamente, al menos en esta película, pero que para mí fueron de importancia crucial durante todo el proceso.
Escuché que en los sets en Australia tuvieron que disuadirla de hacer sus propias escenas de riesgo, y que anduvo por ahí descalza…
Sí. Me gusta hacer todos los aspectos de mi personaje. Suena pretensioso, pero me gusta hacer todo lo que esté dentro de mis posibilidades. Muchas veces llegaba al set y veía a mi doble y corría a preguntarle al primer asistente de dirección para chequear que nadie fuera a hacer las escenas porque yo quería hacerlo todo. También tenía unos pies protésicos que estaban increíblemente bien hechos, pero me hacían parecer un poco como el ogro Shrek. Así que la mayor parte de las veces dije: “Mejor no los usemos”, y corría descalza. Pero de nuevo, cuando era niña, lo hacía todo el tiempo. Siempre andaba corriendo descalza por el bosque. Esta película me hizo sentir como volver a la infancia.
¿Entonces tiene las plantas de los pies endurecidas?
Bueno, en realidad, me di cuenta de que mis pies no están iguales a cuando era niña [se ríe]. En ese entonces, corría por las rocas y cualquier superficie sin ningún problema. Para esto tuve que entrenar.
¿Fue un rodaje exigente desde el punto de vista físico, entonces?
Sí. Diría que la secuencia más agotadora fue la cacería de humanos, que se ve en el tráiler. Es un momento icónico, obviamente está también en algunas de las otras películas. Estuvimos mucho en el agua y por suerte en Australia hace calor la mayor parte del tiempo, así que no hubo problema. Aunque también hizo frío, y correr por el agua cansa, ¡especialmente cuando corres en cuatro patas! Pero también fue divertidísimo, y me encanta estar rodeada del equipo de dobles. Todos eran fantásticos, realmente gente encantadora.
¿Cómo fue trabajar con Owen en el papel de Noa?
Ah fue espectacular. Encarnó a Noa completamente desde el principio. Verlo una vez que hubo desarrollado al simio completamente, y verlo todos los días, fue algo extraordinario. No tenías que imaginarte nada. Realmente no podía haber esperado a una persona mejor para protagonizar la película conmigo. Es un gran actor y le aporta muchas sutilezas al personaje. Hay una hermosa suavidad, además de una fuerza creciente. Me entusiasma mucho que la gente vaya a ver a este nuevo simio protagonista de la franquicia.
¿Y qué me dice del nuevo villano de la franquicia? ¿Cómo fue trabajar con Kevin Durand como Próximus César?
Fue absolutamente increíble. Fantásticamente grotesco. Recuerdo que me entusiasmé muchísimo cuando lo vi interpretar el personaje por primera vez, porque obtuvo de nosotros las reacciones que se necesitaban. Y le encantaba. Lo hacía con gran entusiasmo. Quería hacer las escenas una y otra vez. Aprovechaba cualquier momento en el que podía interpretar el personaje y su actitud física, aun cuando no lo estaban filmando. Tenía una energía muy linda. Otra vez, me entusiasma mucho que la gente lo vea. Me siento privilegiada de haber visto a todos [los que interpretaban a los simios] como humanos frente a mí antes de que los convirtieran en simios. Realmente puedo verlos a todos ellos en los simios, y sé que esa era la idea, pero igual me impresiona el hecho de que se puede ver la interpretación de los actores. Cuando miro a los simios, puedo ver el rostro humano haciendo lo mismo. Es muy interesante.
Hablando de energía y entusiasmo, ¿cómo fue trabajar con Wes Ball como director?
Wes es un gran perfeccionista, pero yo lo entiendo totalmente, como decía al comienzo, para mí fue reconfortante. Realmente se preocupa por lo que hace y eso se transmite a todos los demás. Diría que es uno de los directores con los que trabajé que me inspiró más confianza. Podía descansar completamente en él y su dirección, que puede parecer obvio, pero no siempre es necesariamente así. Y eso hizo que el trabajo fuera mucho más agradable porque no tenía que preocuparme de no confiar en su perspectiva. Estoy muy entusiasmada por ver la película y ver lo que hizo con todo el equipo en la postproducción, con los efectos visuales y todo eso. Porque sé que él es muy visual y tiene ideas muy claras sobre la construcción del mundo.
¿En qué diría que esta película difiere de la última trilogía The Planet of the Apes?
Lo más obvio para mí es el hecho de que los dos personajes centrales son jóvenes y que los arrojan a una posición en la que tienen que redefinir su visión del mundo. Y en el transcurso de su viaje hay un sentimiento de esperanza, que es algo que realmente necesitamos en este momento. Creo que esto también está reflejado en los elementos visuales, que son más vibrantes, más exuberantes y luminosos. Se siente como una verdadera aventura, con mucha acción y en donde hay mucho en juego, pero al mismo tiempo todo está enraizado en un profundo viaje de descubrimiento.
¿Tiene algún recuerdo favorito del rodaje?
¡Muchísimos! Tengo un sentido del humor muy grosero y quería ver si Owen era capaz de sostenerlo. Hubo momentos en los que estábamos rodando de noche y estábamos cansados y más locos de lo usual y nos reímos muchísimo. Y también estar en el auto con todo el elenco, cuando nos estábamos preparando y tomando clases de equitación, y cuando poníamos música y nos íbamos conociendo. Para una película de tanta envergadura, lo sentí muy íntimo. Quizás sea por eso que terminé queriendo más a todos, porque fue un gran trabajo de equipo.