Se pudiera argumentar que los discursos de aceptación son el momento más importante de la ceremonia de los Premios Oscar. Estos dos a tres minutos que le otorgan a los galardonados para expresar su agradecimiento definirán los titulares en un mundo digital que reacciona al instante en las redes sociales.

La manera en que valoramos estos discursos ha cambiado completamente, y se ha añadido un valor al potencial de viralidad en las redes sociales. De estos discursos nacerán memes y gifs que se esparcirán como pólvora en la web, lo que definitivamente añade presión a los nominados. Este año, la mayor presión recae sobre Leonardo DiCaprio, cuya victoria o derrota tendrá un efecto inmediato en las redes sociales.

Mientras que algunos actores y cineastas se enfocan en agradecer a sus familiares, la Academia y el resto del equipo envuelto en la producción, otros optan por resaltar y hacer de su momento uno inolvidable al opinar sobre temas con relevancia en el momento. Otros, sin embargo, podrían decir dos palabras y aún hacer historia por la importancia de su reconocimiento, como lo fue Sidney Poitier en el 1964 al convertirse en el primer hombre negro en ganar un Oscar.

A continuación, algunos de los discursos de aceptación más memorables en la historia de los Premios Oscar.

Matthew McConaughey gana el Oscar de Mejor Actor (2014)
Roberto Benigni acepta el Oscar a la Mejor Película Extranjera por Life is Beautiful (1999)
Adrien Brody besa a Halle Berry al ganar el Oscar por The Pianist (2002)
Cuba Gooding Jr. enloquece al ganar el Oscar por Jerry Maguire (1997)
Halle Berry no puede contener el llanto al ganar el Oscar por Monster’s Ball (2002)

Ben Affleck y Matt Damon ganan el Oscar de Guión Original por Good Will Hunting (1997)

Sacheen Littlefeather acepta el Oscar de Marlon Brando por The Godfather (1973)
Sidney Poitier es el primer negro en ganar un Oscar (1964)
Hattie McDaniel es la primera mujer negra en ganar un Oscar (1940)
Tom Hanks gana el Oscar por Philadelphia (1994)
Joe Pesci da el discurso más corto tras ganar el Oscar por Goodfellas (1991)