El domingo pasado, el drama de periodismo investigativo, “Spotlight”, fue escogido como la Mejor Película del año 2015 por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas. Su guionista y director, Tom McCarthy, recibió el premio de Mejor Guión Original, el cual compartió con el también guionista, Josh Singer. Aunque no puedo negar que tengo mis reservas sobre estos resultados, especialmente en las categorías principales como Mejor Película y Mejor Director – galardones que debieron haber ido a “Mad Max: Fury Road” – la victoria de “Spotlight” es tan importante como lo hubiese sido la del filme del director George Miller, especialmente cuando se mide el efecto que tendrá dentro y fuera del cine. Este Oscar también podría eliminar de una vez y por todas que ha alejado a la  Academia de la posibilidad de reconocer filmes que exploran temas delicados y controversiales, fuera de la esclavitud, pues este es uno de los temas más prominentes a la hora de celebrar algo “diferente”.

Mientras que Mad Max transmite un muy necesario mensaje igualitario sobre la urgencia de desmantelar el patriarcado a través de uno de los personajes femeninos más fuertes en la historia del cine, el drama de Tom McCarthy trae a la superficie otro gran problema que enfrentamos actualmente y que durante años, como bien señaló la investigación en que se basa esta película, ha sido ocultado por la iglesia católica. “Spotlight” cuenta la historia verídica de cómo el periódico Boston Globe destapó un escándalo masivo sobre abuso sexual contra niños y cómo fue ocultado por la Arquidiócesis Católica de Boston, lo que sacudió la Iglesia Católica a nivel mundial. Impecablemente dirigida y actuada, “Spotlight” es una de esas películas que, aunque cuenta con un elenco compuesto de actores blancos, se aleja de la alabanza de sus protagonistas. Esto la diferencia de otros ganadores de los últimos años como “Birdman”, “The King’s Speech”, “Argo”, “The Hurt Locker” y el filme silente, “The Artist”.

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En su historia, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas se ha limitado a premiar filmes que por lo general atraen a una audiencia poco diversa. Un estudio realizado en el año 2012 reveló que al menos el 97% de los miembros de la Academia eran personas de tez blanca, el 77% eran hombres y que al menos el 86% eran mayores de 50 años. Esto, entre otros factores, podría explicar la falta de diversidad en las categorías principales y la falta de originalidad a la hora de elegir ganadores. Tan recientemente como el año pasado, el filme galardonado con el gran premio de la noche fue “Birdman or (the Unexpected Virtue of Ignorance)”, el cual narraba la historia de un actor caucásico que intenta recuperar sus días de gloria. El año anterior, la Academia había hecho el intento de lucir progresivos al escoger otorgarle en mayor galardón a “12 Years a Slave”, filme que cuenta la historia verídica de Solomon Northup, un hombre negro libre del norte Nueva York que es secuestrado y vendido como esclavo en el sur del estado. La victoria de “12 Years a Slave” y su Actriz de Reparto, Lupita Nyong’o sigue siendo problemática si se toma en cuenta que las pocas veces en 88 años en que la Academia ha reconocido actores negros, la mayoría han sido en roles de negros oprimidos por personas blancas. Se destacan Halle Berry, la primera mujer negra en ganar el Oscar de Mejor Actriz y Lupita Nyong’o, quien ganó en el 2014 por su interpretación de la esclava Patsey en “12 Years a Slave”.

Se podría concluir que la victoria de “Spotlight” es la respuesta inmediata a la controversia de #OscarsSoWhite, siendo esta la película que más se alejaba de la celebración del hombre blanco de las 8 películas nominadas en la categoría de Mejor Película. Sus protagonistas no son minorías, pero la manera en que esta película expone los secretos más perturbadores de una de las instituciones sociales más protegidas es un riesgo que la Academia no estaba lista para tomar, partiendo de las elecciones seguras de años anteriores.

Fuera de sus efectos directos en el cine, la victoria de “Spotlight”, al igual que la investigación original de periódico, sirve para brindarle justicia a las víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes y líderes de la Iglesia Católica. Dado le historial de encubrimiento de la iglesia expuesto en la investigación del Boston Globe, es de suma importancia que este tema se mantenga con vida. Así como otras víctimas se armaron de valor para denunciar a sus depredadores luego que esta historia viera la luz del sol, la victoria de “Spotlight” podría tener un efecto dominó parecido cuando 14 años después de esta investigación, el tema es más relevante que nunca.

“Spotlight” se exhibe actualmente en los cines de Fine Arts Hato Rey.