Spider-Man: Far from Home pone fin a una fase del MCU y da inicio a una nueva con una propuesta llena de sorpresas, decisiones inspiradas y uno que otro cliché.

Sería imposible deducir, a simple vista, que las recientes películas del Hombre Araña se producen fuera de Marvel Studios, en el mismo estudio que nos dio la primera trilogía de Sam Raimi y dos películas de “The Amazing Spider-Man”, cuyo único propósito era mantener los derechos del personaje con Sony Pictures. Imposible, porque en esencia, “Spider-Man: Far from Home” y su antecesora, “Homecoming”, se sienten como parte importante del extenso rompecabezas que ido creando Kevin Feige, presidente de Marvel Studios. Aunque no de manera directa, la segunda película de Spider-Man desde su llegada al MCU comienza a mover las fichas para lo que será la próxima fase, pero antes, logra contener su historia en un encantador y divertido relato de madurez en un mundo post “Endgame”.

A la misma vez, esta continúa siendo una de esas propiedades de Marvel que logra diferenciarse del resto, mayormente por el trabajo de su director, Jon Watts, cuya visión y decisiones inspiradas serán tema de discusión en los meses entrantes. Habiendo dicho esto, es poco lo que se puede discutir en detalle sobre la trama de “Far from Home”, cuyos trailers se han limitado a revelar solamente la primera capa de una historia que va destapando sus intenciones con cada acto. El resultado aquí, en línea con la tercera película de “Iron Man”, podría dividir la opinión de los fanáticos, más es sin duda uno de sus mayores aciertos junto a la adición del actor Jake Gyllenhaal en un rol que responde a elecciones de roles más recientes. Su rol como Mysterio, un héroe de otra Tierra que necesita la asistencia de Peter Parker (Tom Holland) para derrotar a los villanos, los “elementals”, es una elección tan inspirada com sus roles en “Okja” y “Nightcrawler”, las cuales contienen dos de sus actuaciones más celebradas.

“Far from Home” toma lugar justo después de los eventos de “Endgame”, donde la figura del fallecido Tony Stark (Robert Downey Jr.) se mantiene tan influyente como en sus años de vida. Peter, quien junto a sus amigos se ve obligado a cursar los años de Escuela Superior que perdió al desaparecer junto a la mitad de la humanidad, está listo para tomar unas vacaciones de su más reciente responsabilidad: ser un superhéroe. Al arácnido de Queens también lo persigue un sentido de responsabilidad del que no puede escapar. El mundo espera que el joven adolescente se convierta en el próximo “Iron Man”, un líder indiscutible para los Avengers. Esta recién adquirida presión y unas vacaciones europeas secuestradas por Nick Fury (Samuel L. Jackson) y Maria Hill (Cobie Smulders) añaden sentido de urgencia a esta nueva transición para Peter, quien solo quiere poder disfrutar de las ciudades europeas con su mejor amigo, Ned (Jacob Batalon) y su interés amoroso, Michelle (Zendaya).

A pesar de una refrescante actuación de Gyllenhaal, Tom Holland continúa siendo la estrella de estas películas. Su energía y perfecto balance entre humor e ingenio lo hacen, de manera unánime, el Peter Parker definitivo del cine. Como los veteranos que conformaron el grupo de los “Avengers”, Peter logra plasmar de manera efectiva dos importantes luchas: una externa con los elementos sobrenaturales que amenazan su plan de ser un adolescente; y una interna que de igual manera lo fuerza a crecer en poco tiempo, inconsciente del tiempo que perdió tras el chasquido de Thanos. Un romance poco desarrollado con MJ es uno de los pocos obstáculos del guion, el cual repite en ser uno lleno de sorpresas que evitan que “Far from Home” tome un camino demasiado familiar, aunque no exento de algunos de los clichés más comunes del género y humor que en ocasiones se siente forzado.

Similar a “Homecoming”, pero con mejor enfoque, el director Jon Watts y sus guionistas utilizan el canvas de cine de superhéroes para contar una historia de madurez y romance colegial que haría sentir orgulloso al fallecido John Hughes. La influencia del director de “The Breakfast Club” se siente tan presente como la de Tony Stark en la vida de Peter. Son las secuelas emocionales de su muerte las que más le interesan al director Jon Watts, quien se ha asegurado de que la historia de “Far from Home” funcione por sí sola de la manera en que “Thor Ragnarok” funciona aparte y como parte del MCU, simultáneamente.

Watts también muestra crecimiento en las secuencias de acción, o aquellas que se prestan para mayor ambición con elementos visuales. Una escena en particular que incluye a Spider-Man y Mysterio en un juego de realidades se desprende del resto como una de las más creativas de esta franquicia, y una de esas rara ocasiones en que la voz y visión de un director trascienden el macros o plan universal del estricto MCU y su capitán, Kevin Feige.

En esta nueva etapa en que el MCU comienza a afrontar consecuencias reales, será interesante ver cómo avanza la relación entre Peter y MJ cuando el mayor obstáculo entre ellos ha sido eliminado y su relación parece haber llegado a su punto más alto. Son malas noticias para todos cuando lo que se supone sea una importante relación sentimental se desenvuelve ante la audiencia sin mayor efecto. Es producto de un guion que tal vez no aguantaba mucho más, pues ya hacía malabares con un conflicto que exige un poco más de atención y paciencia que la acostumbrada trama sencilla que nos ha ofrecido el MCU hasta ahora.

Dos escenas en los créditos se encargan no solo de comenzar a mover las fichas para el futuro del MCU de una manera más directa, sino que también continúa una tendencia recién adquirida por Marvel Studios y que Feige había evadido exitosamente hasta el final de la tercera fase. De ahora en adelante, el MCU podría tratarse de explorar las consecuencias de la exclusiva existencia de estos superhéroes, y eso por sí solo suena emocionante.

Reseña de Spider-Man: Far from Home
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