Bad Grandpa no es la típica película de “Jackass”a las que estamos acostumbrados. No se trata de un compilado de bromas de cámara escondida con ningún tipo de conexión entre ellas, sino de un nuevo acercamiento por parte del famoso grupo liderado por Johnny Knoxville. “Bad Grandpa no es otra cosa que un híbrido entre una historia y los “stunts” peligrosos que han dado fama al atrevido grupo a lo largo de una década. Del mismo modo que lo hizo el actor Sacha Baron Cohen en el documental falso, “Borat”, ahora lo hace Johnny Knoxville con aclamado guionista y director Spike Jonze como co escritor y la dirección de Jeff Tremaine, quien dio vida a las anteriores películas de la franquicia.
Johnny Knoxville – actor de 42 años – es Irving Zisman, un anciano de 86 años cuya esposa acaba de fallecer cuando recibe la visita de su hija, quien tras anunciar en pleno velorio que estaría regresando a la cárcel por posesión y consumo de drogas, le pide a Zisman que se haga cargo de Billy, su nieto de ocho años. Billy es personificado por el comiquísimo Jackson Nicoll, a quien muchos recordarán por su memorable rol en la película Fun Size, donde trabajó por primera vez con Knoxville. Dicho velatorio, por supuesto, funciona como una de las primeras bromas de cámara escondida de la película, y a la vez se emplea como herramienta para mover la historia, la cual rápidamente se convierte en un “road trip” a través de los Estados Unidos cuando Zisman decide llevar a Billy donde su padre para poder sacarle provecho a su nueva vida de hombre soltero.
El resultado de este nuevo formato pudo haber sido uno negativo de no haber mantenido el estilo extravagante y obsceno que ha caracterizados las películas de Jackass. El elemento obsceno y atrevido de la película resulta en reacciones muy graciosas por parte de las víctimas, quienes no tienen idea de que se trata de una broma, y en ocasiones en lo que hace que el chiste funcione. Esto último abre espacio, aunque no necesariamente a propósito, a un estudio social sobre lo que estamos dispuestos a dejar pasar cuando se trata de personas de avanzada edad, aún cuando lo que se desarrolla antes nosotros cae en comportamiento ilegal. De hecho, por lo menos dos de las bromas deben haber resultado en el despido de varios empleados que no trabajaron la situación de la manera en que una persona, como patrón, espera de sus empleados.
La historia es sencilla y se mantiene así durante la hora y media de duración de la película, y funciona de maravilla. La realidad es que nadie irá al cine a ver esta película anticipando una historia compleja, muchos menos perfecta. Lo poco de historia que se trabaja en Bad Grandpa se hace utilizando el método de improvisación, donde es evidente que ambos Knoxville y Nicoll se divertían haciéndose reír el uno al otro, y a la vez dan un poco de profundidad a dos personajes que no planificaron terminar juntos, y que como en todo “road trip movie”, deben trabajar sus diferencias para hacer del viaje uno más agradable. Una de las últimas escenas acentúa la amistad que ha germinado ante nuestros ojos en la broma más jocosa y mejor trabajada de la película, la cual no solo provoca reacciones en las víctimas, sino que también en una audiencia que no puede creer lo que Knoxville y Nicoll se hayan salido con la suya, pero esa es la magia de Jackass.