La premisa de Mr. Peabody & Sherman, la más reciente propuesta animada que llega a nuestros cines este 6 de marzo, sonaba mucho más prometedora de lo que en realidad es, pero la fórmula funciona si recuerdas que se trata de una película confeccionada para el disfrute de los niños.

Basada en los personajes del segmento Peabody’s Improbable History de la serie animada de los años 60, The Rocky and Bullwinkle Show, Mr. Peabody & Sherman propone la idea de un perro tan inteligente e ilustre que se le concede el adoptar a un niño humano. Juntos, Mr. Peabody y Sherman crean una máquina del tiempo que el estricto padre utiliza para educar a su hijo y prepararlo para la escuela. El conflicto se presenta cuando Sherman, en su primer día de clases, se ve involucrado en un altercado con una estudiante problemática, pues asegura que George Washington nunca cortó un árbol de cerezas como sugiere la historia. ¿Cómo convencer a Sherman de lo contrario? Después de todo, el estuvo ahí con su padre.

Con el fin de apaciguar la situación, Mr. Peabody decide invitar a la niña y sus padres a su hogar, lo que abre paso a una historia llena de personajes históricos, juegos de palabras o “puns”, todo en medio de un acogedor relato de padres e hijos que nunca logra elevarse al nivel de sus  hermosos visuales.

En el 2014, una excelente animación por sí sola ya no es suficiente, y es que ya es poco lo que se puede hacer para impresionar a un público saturado de efectos especiales y animación tridimensional. Hace falta una historia refrescante, y es aquí donde Mr. Peabody & Sherman se queda corta. La película se aferra a una fórmula que indudablemente complacerá a los más pequeños, pero dejará a los adultos que no somos padres deseando algo con qué simpatizar. No es mucho pedirlo, pues películas animadas como Toy Story 3 y la reciente The LEGO Movie han logrado atraer al público general.

Las risas están presentes en Mr. Peabody & Sherman, pero el humor es mucho más efectivo en niños que en adultos, aún cuando se explora un tema como el viaje en el tiempo, que puede ser muy atractivo para un público adulto. El humor para nosotros viene en forma de un constante juego de palabras a cargo de Mr. Peabody – que en ocasiones puede ser más irritante que gracioso por lo seguido que llega -, y unos cuantos giros jocosos a la historia que bien conocemos.