La historia nos ha enseñado que luego de un acierto, las probabilidades de un fracaso aumentan considerablemente, o al menos así ha sido en el cine. Luego de cada “Casino Royale” nos llega un “Quantum of Solace”, por lo que era casi inevitable que la sucesora de la universalmente celebrada, Skyfall, fuera una decepción. Sin embargo, el regreso del director Sam Mendes, la adición del dos veces ganador del Oscar, Christoph Waltz, como el villano y la inclusión de Monica Bellucci como la nueva Chica Bond – respondiendo a las plegarias de fanáticos que por años la querían ver en una película del Agente 007 – prometía acabar con esta tendencia. Para sorpresa de muchos, incluyendo a este escritor, “Spectre” carece de los elementos que lograron que “Skyfall” trascendiera la franquicia al igual que lo hizo “Casino Royale”, considerada por muchos como la mejor película basada en el personaje de Ian Fleming.

La más reciente misión del Agente 007 abre con la mejor secuencia inicial en una película de James Bond desde “Casino Royale”. Hermosa cinematografía y una pelea perfectamente coreografiada dentro de un helicóptero que amenaza con caer encima de una multitud prometen la película de Bond más ambiciosa, por lo que resulta aún más lamentable que el resto de la película nunca pueda superar los primeros diez minutos, secuencia en la que resalta una toma contínua de Bond escapando por una ventana y caminando por la azotea de varios edificios hasta localizar su objetivo. Bond está en México en busca de respuestas a un mensaje críptico que recibiera luego de la muerte de M. (Judi Dench). Lo que encuentra en México lo lleva a descubrir SPECTRE, una organización secreta que intenta tomar control sobre la MI6, cuyo líder esconde un secreto sobre Bond. Al mismo tiempo, el nuevo M. (Ralph Fiennes) se enfrenta a fuerzas políticas en un intento de mantener la MI6 con vida tras la llegada de un nuevo jefe (Andrew Scott).

El resto de la película, una excesivamente larga con 2 horas y 28 minutos de duración, presentan a un Bond más clásico al que Daniel Craig nos tiene acostumbrados desde su debut en el 2006, año en que él y el director Martin Campbell nos introdujeron al Bond más humano que habíamos visto en los más de 50 años de historia del personaje en el cine. En “Casino Royale” lo vimos convertirse en el Agente 007, mientras que en el resto de las películas lo vimos evolucionar a un Bond mucho más experto y cuidadoso, pero igual de débil alrededor de mujeres hermosas. Las mujeres siempre han sido su debilidad, pero me gustaba pensar que luego de la muerte de Vesper Lynd (Eva Green) – la cual aún lo persigue – veríamos a Bond comprometerse por completo a su trabajo e involucrarse románticamente sólo en busca de respuestas.

Spectre se deshace esa idea y trae a la increíblemente hermosa Madeleine Swann (Léa Seydoux), el nuevo interés amoroso de Bond y una de las “Bond Girls” que más se acerca a la definición original de una; ser una doncella en aprietos y tentar al héroe a dejar atrás su vida de asesino, todo por amor. Ahora, me disculpan mientras intento encontrarle propósito de un romance forzado que nos quiere hacer olvidar la relación Vesper/Bond, uno de los aspectos más cruciales en la evolución del James Bond de Daniel Craig.

Si algo no ha cambiado es el desempeño de Daniel Craig, quien sigue siendo el mejor Bond que ha llegado al cine. Su compromiso con el personaje llega tan lejos como el material se lo permita. Sigue siendo un disfrute verlo destruir autos valorados en millones de dólares y salir de aprietos con artilugios preparados por Q (Ben Whishaw). Lo que hace de este Bond el más humano de todos es la manera en que Craig manifiesta su humanidad al demostrar vulnerabilidad donde otros actores han demostrado estilo. Craig es el balance perfecto entre los dos.

Luego de que Javier Bardem personificara a uno de los villanos más memorables de la franquicia en “Skyfall”, la serie regresa al típico villano con interés de dominio con Christoph Waltz, quién debió haber empezado a rechazar roles de villano hace al menos tres películas. Los villanos más memorables de la más reciente serie de película de Bond es que su misión es una personal que no involucra tener que salvar al mundo. Los villanos, al igual que el héroe, son seres humanos con intereses reales. SPECTRE, sin embargo, trae de vuelta al misterioso villano que se esconde en las sombras durante los primeros dos actos de la película y cuenta con secuaces que hacen el trabajo sucio por él. Una escena en que el villano de Waltz tortura a Bond constrasta perfectamente con una escena similar en que Le Chiffre (Mads Mikkelsen) tortura a un Bond que se rehusa a

Tanto Craig como el director Sam Mendes han expresado sus deseos de dejar atrás la franquicia, idea que empieza a verse reflejada en la segunda mitad de la película, en la que Craig luce poco inspirado por una historia genérica, un romance forzado y un villano unidimensional. SPECTRE se adhiere a una fórmula que hemos visto una y otra vez y que esta franquicia había dejado atrás con la llegada de Craig. Tal vez ya sea hora para el regreso de Campbell, quien renovó a Bond en el 1995 con “Goldeneye” y lo volvió a hacer en el 2006 con “Casino Royale”.

Reseña: Regresa James Bond en SPECTRE
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