Desde sus etapas temprana de producción, parecía que The Amazing Spider-Man 2 estaba destinada a sufrir del mismo mal que la tercera entrega de Sam Raimi. Tener tres villanos no le funcionó al director, que para ese entonces ya había perdido la poca libertad artística que el estudio le había permitido. El resultado fue un desastre de proporciones tan épicas como el presupuesto de la película, que su vez resultó en la salida de Raimi y la decisión de comenzar desde cero para retener los derechos del superhéroe. Esta vez, sin embargo, confiábamos en que tanto el estudio como el nuevo director, Marc Webb, sabían lo que estaban haciendo al volver a intentar lo que una vez no funcionó. Mientras tanto, Rhino, Electro y Green Goblin se incorporaban a las filas de un filme que tenía todas las de perder.
Afortunadamente, The Amazing Spider-Man 2 no solo logra la hazaña de incluir más de un villano en una película de menos de dos horas, sino que también supera a su antecesora, aunque solo por un poco.
En la secuela, Peter Parker se enfrenta a tres de sus villanos más famosos, pero lo hace cuando no está forcejeando con el verdadero villano de esta película; la incapacidad de mantener la promesa que le hizo al Capitán Stacy en la primera parte. Su batalla más importante es interna, y aquí es donde The Amazing Spider-Man triunfa, pero el crédito debe ir a quién lo merece, y esta vez le toca a los actores.
Tanto Andrew Garfield como Emma Stone logran plasmar las mejores encarnaciones de Peter Parker/Spider-Man y Gwen Stacy. Garfield trabaja muy bien el humor de Parker, especialmente cuando se burla de los villanos en plena pelea. Stacy, por su parte, es mucho más que el interés amoroso de Peter. Su rol en la secuela es enorme y por primera vez en mucho tiempo, se trabaja un personaje femenino cuya función es mucho más que besar al superhéroe. Gwen Stacy lucha con sus propios dilemas, dándole la tan necesitada profundidad al personaje femenino, y Stone lo trabaja todo brillantemente. Me atrevería a decir que el Gwen Stacy de Emma Stone supera al Mary Jane Watson de Kirsten Dunst.
Uno de los problemas de la película, que al mismo tiempo es la razón por la que no es un completo desastre como Spider-Man 3, es que por momentos se olvida de sus villanos, negándoles la oportunidad de representar una verdadera amenaza para el Hombre Araña. Al olvidarse de sus villanos, la película retoma el conflicto de los padres de Peter con el que se coqueteó en la primera parte, pero nunca llegó a resolverse, hasta ahora, aunque solo para revelarnos la maldad de la companía Oscorp, lo cual ya sabíamos.
Electro, personificado por Jamie Foxx y supuesto villano principal según la publicidad, no es más que un seguidor obsesionado en busca de atención. Por otra parte, se debe reconocer que los mejores efectos visuales de la película ocurren durante los enfrentamientos entre el Hombre Araña y Electro. Sin embargo, la extraña utilización de “dubstep” como música de fondo le resta seriedad a un villano que ya confronta problemas de identidad, pues ni él mismo se reconoce como uno.
Por su parte, el casi inexistente Rhino es un desperdicio del gran Paul Giamatti. El único de los villanos que experimenta la transición necesaria es Harry Osborn (Dane DeHaan), quien en la búsqueda de una cura para su enfermedad termina convirtiéndose en el icónico Green Goblin. DeHaan brilla en cada una de sus escenas como Harry, el mejor amigo de Peter, pero cae en lo trillado cuando hace la transición al villano, la cual se siente forzada. Me habría encantado que se dedicara más tiempo a la relación entre Peter y Harry, con una eventual transición a enemigo para darle más peso a la relación. Lo que se supone que sea un evento trágico, nunca logra tal efecto pues la relación entre ambos amigos, aunque comparten buena química, nunca se siente real. Lo que conocemos de la amistad entre ambos es porque nos lo han dicho, no porque lo hayamos visto.
La secuela se reivindica al final, cuando re-aparece el villano principal y la pesadilla de Peter se hace realidad ante sus ojos, en una escena que dejará boquiabiertos a los que no conocen la historia y muy satisfechos a los que sí.
En cines desde el viernes, 2 de mayo, The Amazing Spider-Man 2 es una digna película de verano que supera a su antecesora y prepara el terreno para una tercera película.