En The Place Beyond the Pines, Cianfrance mantiene la honestidad y simplicidad que caracterizó Blue Valentine y emplea una narrativa que se desvía del estilo al que estamos acostumbrados. Arriesgándolo todo, el director coloca su confianza en un método que consiste de tres historias que aunque se entrelazan, habrían funcionado como relatos independientes. De no ser por el excelente desempeño del elenco y la brutalidad del filme, la decisión arriesgada de Cianfrance no habría tenido el mismo resultado.
El director y guionista juega una vez más con temas que permiten destacar la cruda realidad de muchas familias y explora las malas decisiones y como afectan a más de una generación. Tanto este como su segundo largometraje son prueba de la habilidad de Cianfrance de manejar temas delicados con los que la audiencia pueda identificarse.
El primer acto abre con Luke (Gosling), un piloto de acrobacias cuyo trabajo le impide establecerse en un sólo lugar y mantener algún tipo de relación amorosa. Tras regresar a la ciudad de Shenectady en busca del amor que dejó atrás, Luke es recibido por su recién nacido, por quien decide abandonar su actual empleo. Para poder sustentar a su hijo, Luke decide utilizar sus habilidades en la motocicleta para robar un banco y escapar sin ser capturado.
Esta decisión lo coloca en el camino de Avery (Bradley Cooper), un joven policía que tendrá que lidiar con un departamento liderado por un detective corrupto. El tercer y último capítulo de la cinta cuenta la vida de dos adolescentes, cuyas vidas se vieron gravemente afectadas por las decisiones de sus padres. Las decisiones y sus consecuencias son el tema recurrente de la cinta, cuya narrativa está a cargo de actuaciones magistrales por parte del elenco principal.
Ryan Gosling vuelve a resaltar junto a Cianfrance, esta vez como el padre desesperado que lo arriesga todo por el bienestar de su hijo. Cooper, quien tan reciente como este año luchaba por el Oscar a Mejor Actor por Silver Linings Playbook, manifiesta su versatilidad como actor, esta ocasión en un drama con un tono menos alegre. Eva Mendes, por su parte, nos deleita con lo que podría ser la mejor actuación de su carrera hasta el momento, personificando al viejo amor de Luke y la madre de su hijo.
El director y guionista se mantiene, una vez más, lo más cercano posible a la cruda realidad de la vida. Tanto este como su pasado largometraje son prueba de la habilidad de Cianfrance de manejar temas que parecerían simples a primera vista, pero que al presentarse con honestidad pueden tocar personalmente a la audiencia y estimular el razonamiento y la meditación.
No se puede negar que el guión amenaza con desviarse desde el segundo tercio en adelante, y para los últimos veinte o treinta minutos da la impresión de haberse transformado en una película completamente diferente. De no ser por el desempeño de los actores, los últimos 40 minutos habrían arruinado los primeros dos actos. The Place Beyond the Pines no es perfecta, pero aún con sus imperfecciones es difícil no elogiar el filme en los momentos en que funciona y es uno difícil de olvidar.