La cuenta regresiva ya está en marcha: el 2 de septiembre llega a salas de cine la nueva película de Marvel, Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings. El filme gira en torno a la misteriosa organización de los Diez Anillos y presenta a Shang-Chi, un nuevo Súper Héroe dentro del Universo Cinematográfico de Marvel. En la película, Shang-Chi se embarca en un viaje de autodescubrimiento, enfrentándose al pasado que creía haber dejado atrás cuando queda atrapado en la red de los Diez Anillos, ligada a su infancia y su familia.

La película promete grandes escenas de acción, alto impacto visual, y los elementos de humor y emoción que caracterizan a todas las películas de Marvel, pero también está dejando su impronta en el MCU por ser la primera historia ligada a la cultura asiática-estadounidense, con una colección de personajes, interpretados por talentosos actores y actrices de origen asiático. El proyecto cuenta, además, con un equipo creativo asiático-estadounidense detrás de cámara, alineado con el fuerte compromiso del estudio de contar historias representativas, con una mirada auténtica y respetuosa, de la diversidad existente en la audiencia, tanto delante como detrás de la pantalla.

UNA HISTORIA AUTÉNTICA

Para hallar el punto de partida de la historia de Shang-Chi, el equipo creativo de Marvel -dirigido por los productores Kevin Feige y Jonathan Schwartz- buscó su origen en los cómics de Marvel de la década de los años 70, fuertemente influenciados por el cine de kung-fu de la época. 

“Si bien el arte y la acción en estos cómics son increíbles, Shang-Chi necesitaba una actualización importante. Viéndola hoy, cuarenta años después, y viendo cómo se cuentan las historias, Shang-Chi no se sentía adecuado para las audiencias modernas. Tuvimos que pensar en cómo queríamos que se escuchara esa voz en una película del MCU”, explicó Schwartz.

En esta historia de origen, el Shang-Chi re-imaginado vive en San Francisco, donde trabaja como valet de estacionamiento en un hotel. Cuando un grupo de asesinos le quita un collar que le regaló su madre cuando era joven, Shang-Chi y su mejor amiga Katy dejan sus vidas seguras y viajan a Macao, para advertir a la hermana de Shang-Chi, Xialing, que el peligro también se acerca a ella.

“El problema central de Shang-Chi radica en no saber quién es realmente. A lo largo de la película, debe aprender a ser dueño de cada parte de sí mismo. En su interior quedan residuos de los que no se ha ocupado, de las cosas traumáticas que le sucedieron cuando era niño. Esta historia es, en esencia, ver a un joven lidiar con sus problemas por primera vez. Debe mirar hacia adentro y entender que hay cosas negativas dentro de su historia, pero también hay muchas cosas positivas dentro de él. Si no se permite verlo todo, lo bueno y lo malo, la luz y la oscuridad, para poseerlo todo, no alcanzará su máximo potencial “, describió Destin Daniel Cretton, director de la película.

Estos rasgos y dilemas son esencialmente “humanos” los que hacen de la historia un relato auténtico. “Queríamos contar esta historia de la manera correcta y ver a cada personaje como un ser humano multidimensional para tratar de evitar todos los estereotipos que han estado rondando sobre los personajes asiáticos y asiático-estadounidenses durante mucho tiempo”, concluyó Cretton.