Dos mejores amigos deciden poner fin a sus vidas en el debut directorial del comediante Jerrod Carmichael.
Un acertado balance entre drama y humor negro es uno de los más grandes retos que puede asumir un cineasta. Es por esto que cuando se logra, como en el impresionante debut “On the Count of Three”, es razón suficiente para elogiar un trabajo que no está exento de uno que otro traspié en el camino. Pero aquí no terminan los logros de esta propuesta que forma parte del Festival de Sundance de 2021. En adición a un constante pero efectivo cambio de tonos, las dos actuaciones en el núcleo de esta historia registran como genuinas y dignas de todos los halagos que este pequeño pero gigante drama ha recibido desde su debut en el Utah virtual que ha provocado la pandemia. También ayuda que es uno de los pocos títulos que no está ambientado o inspirado en alguna versión del apocalipsis o nuestro recién adoptado estilo de vida en aislamiento.
La cinta, escrita por Ari Katcher y Ryan Welch, sigue a Val (Carmichael) y Kevin (Christopher Abbot), dos amigos sumergidos en la desesperanza. Uno de ellos, Kevin, acaba de sobrevivir su más reciente intento de suicidio cuando lo conocemos, en modo defensivo con la terapista que atiende su caso en la institución mental en que fue recluido tras su “accidente”. Durante los primeros segundos, Kevin nos ha convencido de que no necesita estar ahí, pero segundos después en un ataque de rabia nos deja saber que es un caso perdido; que en sus más de 30 años, ningún doctor le ha podido ayudar.
Val, por su parte, es incapaz de encontrar felicidad en su más reciente promoción en el trabajo o en el hijo que viene en camino. Val no está igual de sumergido que Kevin en su depresión, pero en este punto solo existe. Esta es solo la primera pieza de evidencia de un guión que entiende la depresión y que en ningún momento trata de “romantizarla”, por falta de otra palabra, aún cuando los amigos pactan terminar con sus vidas al final del día frente a un club de “strip-tease”.
Por los próximos 90 minutos de duración, “On the Count of Three” asume la forma de un “buddy movie”que tiene más en común con la adorable “I Love You, Man” que con la obvia comparación de “Thelma and Louise”. Pero compararla con otra película le haría una injusticia a la originalidad que emana de este cautivador debut para Carmichael, quien comienza a expandir sus horizontes tras haberse desempeñado en la comedia con la serie “The Carmichael Show” y un rol inolvidable en la comedia “Neighbors”.
Oscilar entre el drama y la comedia es un retante ejercicio para quien lo asuma, pero más aún es insertar comedia en algo tan delicado como la depresión y el suicidio sin parecer insensitivo en el proceso. Esta es una de las grandes fortalezas del guion y la cuidadosa dirección de “On the Count of Three” que, con la excepción de un fallido intento de suicidio en el primer acto, hace un estupendo trabajo de mantenerse sensible ante un tema tan delicado, evitando en sensacionalismo y la manipulación.
“On the Count of Three” tuvo su debut en el Festival de Cine de Sundance.