Sundance: “Pleasure” ofrece mirada explícita a la industria porno

Nos sumergimos de la manera más explícita posible en la fascinante industria de la pornografía en esta agradable sorpresa del Festival de Sundance.

Si algún estudio o compañía distribuidora se atreviera a brincarle encima a “Pleasure”, tendríamos pronto en nuestros cines la más honesta y provocadora mirada a la industria del porno que se haya producido… fuera del porno. Cuando digo honesta, no solo me refiero a la precisión con la que se proyecta de lo que pasa detrás de cámaras, sino también a la exacta recreación de lo que pasa frente a ellas. No había existido una película tan sexualmente explícita desde“Love” del argentino Gaspar Noé, la cual fue adquirida por Netflix luego de haberse presentado en formato 3D en distintos festivales. Este u otro servicio de “streaming” sería el hogar ideal para esta educativa propuesta sobre una industria problemática pero increíblemente rentable.

Sofia Kappel debuta en el cine como Bella Cherry, nombre artístico de esta aspirante a estrella porno que llega de Suecia a la ciudad de Los Ángeles huyendo de los “hombres aburridos” de su país. Esta es solo una de las varias respuestas que la protagonista provee a esa pregunta mientras asciende en una industria en la que las puertas se abren a razón de las cosas que estás dispuesta a hacer en cámara. Bella vive en lo que se conoce como casa modelo junto a otras actrices, tanto veteranas como amateurs. Entre ella su mejor amiga, Joy, interpretada por Revika Anne Reustle. Este también es su debut en el cine, y una breve búsqueda en Google confirmó que tampoco tiene créditos en producciones para adultos. La película, sin embargo, está repleta de cameos y participaciones de actores y actrices porno reales, lo cual añade autenticidad a una película dispuesta a ir a extremos para lograr una representación sincera de este negocio.

Si piensas que “Pleasure” es una película sobre los horrores de la industria porno, estás supuesto a llevarte una sorpresa. Aunque no omite alguno de sus aspectos más negativos, Ninja Thyberg -quien también debuta como directora- prefiere resaltar los positivos en un intento de inspirar confianza en otras aspirantes al trabajo sexual. Es un acercamiento refrescante y progresivo, pero no necesariamente impune a las críticas, pues cuando intenta inclinarse hacia temas delicados como el consentimiento, solo raya en la superficie de algo que habría requerido más tiempo de lo que se le dedica en esta propuesta de 105 minutos. 

Por momentos cortos, la directora y guionista coquetea con desinflar a su protagonista, pero inmediatamente la vuelve a llenar de esperanza. El alcance dramático de Kappel, quien está nada menos que fenomenal en su primer intento, queda pendiente para una próxima ocasión. Menos sufrimiento de lo usual no le resta a un admirable debut de una actriz que logra borrar la línea entre actriz de Hollywood y actriz de cine para adultos, lo que al final habría sido una de las metas de la directora al reclutar a una desconocida. Después de todo, es Thyberg quien está en pleno control.

Es evidente que la directora ha dedicado suficiente tiempo al tema desde que su corto homónimo de 15 minutos causó revuelo en el Festival de Cannes hace 8 años. Si algo logra “Pleasure” sin que quede espacio para la duda, es presentarle al mundo una nueva voz provocadora y progresiva que con su primer largometraje promete ser tema de conversación por los próximos años. Resta por ver qué decide hacer después de aquí, pero más importante aún, queda por ver cuál es la recepción del público general cuando “Pleasure” finalmente llegue a la pantalla grande o a la pantalla chica. Me inclino por la última, pero me gustaría equivocarme.

“Pleasure” se presentó en la más reciente edición  del Festival de Cine de Sundance.