The Unbearable Weight of Massive Talent: Una gran autocrítica

¿Se podría decir que Nicolas Cage es un mal o buen actor? Es un debate que podemos tener por largas horas. Cage ha tenido sus altas y bajas, en cuestión de sus actuaciones, pero la sociedad parece percibir de él la creación de memes y clips cómicos de sus personificaciones. Solo es cuestión de entrar al catálogo de las imágenes más cómicas en las redes sociales para ver como él es una estrella.

No obstante, el actor se apoya en todas sus debilidades y fortalezas de su carrera para interpretar una versión ficticia de sí mismo en The Unbearable Weight of Massive Talent. Una película donde brilla la metaficción como autocrítica y se explora una dinámica, estupenda, entre la interacción de dos actores como Cage y Pedro Pascal. 

Nick Cage, con problemas de liquidez, acepta hacer una aparición pagada en la fiesta de cumpleaños de un súper fanático multimillonario, Javier Gutierez (Pedro Pascal). No obstante, todo se desborda cuando Cage es contratado por una informante de la CIA para vigilar a Gutierez, que está involucrado con un cartel de drogas. 

La introducción de este filme, dirigido y escrito por Tom Gormican, es una buena exposición al personaje ficticio que desarrolla Cage. La personificación no es para nada una versión real del actor, pero si una combinación de todos sus personajes a través de su carrera en el mundo de Hollywood. Gormican juega con esta premisa en el guion, exponiendo las altas y bajas en un protagonista que se dedicó a tiempo completo a ser un famoso actor. Ahora, su mayor conflicto es la desilusión por no poder ser más memorable para la sociedad, aunque Cage no se da cuenta que su mayor problema es que siempre descuida su relación con su esposa y el deber como padre de su hija. 

El guion persigue este primer acto con guiños de pasadas actuaciones de Cage, y si eres seguidor del actor verás que la historia se impulsa del “fan base” creando una trama bien sujetada a la metaficción. Una decisión que sirve como arma de doble filo en la trama, ya que si no eres seguidor de la carrera de Nicolas Cage no podrás sentir ninguna gracia con estos “easter eggs”. 

No obstante, algo muy valioso de la película, no es solo su metaficción al incluir referencias a películas pasadas del actor Nicolas Cage, es la relación de Cage con el personaje de Pascal. Tenemos un Cage que se ve sumergido en esta letanía de no encontrar nuevas e interesantes personificaciones en su carrera. No obstante, el arco del protagonista se desarrolla gracias a la interacción de Pascal quien personifica a un fan que lo ayuda a reflexionar sobre el potencial que tiene en su carrera.  

Massive Talent puede verse como una comedia, porque es una comedia bien escrita, como puede ser un filme de acción, como se expone en el tercer acto. Sin embargo, lo que sí demuestra la película es que también puede ser un estudio de un ser humano.  Un hombre que se cuestiona cómo exponer su talento sin caer en la zona de confort, pero a la vez buscar la paz dentro de la vida artística que lo rodea. 

En resumen, es un fantástico filme que incluye la autocrítica en una historia meta con grandes referencias de la carrera del actor Nicolas Cage. Pero no solo eso, es una buena comedia, con una gran dinámica actoral entre Cage y Pedro Pascal, que fomenta la evolución y reflexión en la carrera profesional de un ser humano.