Entrevista: Matthew Vaughn habla de “Kingsman: The Secret Service”

Columbia Centro Universitario presenta esta entrevista exclusiva de Matthew Vaughn, director de Kingsman: The Secret Service, en cines el próximo 12 de febrero.

Para el director Matthew Vaughn (X-Men: First Class, Kick-Ass), la cinematografía tiene que ver con tomar riesgos, seguir tus instintos y amar lo que haces.

Él sabía, por ejemplo, que Colin Firth sería perfecto para el papel principal en su más reciente proyecto, Kingsman: The Secret Service, una película inspirada en los filmes de espías que amaba cuando era niño.

¿La idea para Kingsman surgió durante la filmación de Kick-Ass?

No, fue algo después de Kick-Ass. Estaba sentado en un pub con Mark (Millar) pero como esto sucede en más de una ocasión, no estoy de hecho muy seguro de cuando fue. Pero se inició con una conversación en un pub, y luego hubo otra conversación por teléfono cuando estaba esquiando; veía a lo lejos las montañas y hablaba con él y captaba un poco más a fondo su idea. Es una de esas cosas que ocurren casi de manera natural. Éramos tan solo dos fanáticos hablando y extrañamente estábamos en una posición en donde una fantasía la podíamos convertir en realidad.

¿Cuál fue la conversación original?

Hablamos de las películas de espías y en lo serio y crudas en que se han convertido. Amo las películas de género. De muchas maneras soy un adulto con la mentalidad de un muchacho. Amo Guardians of the Galaxy pues me llevó a otra galaxia; tiene humor, emoción y quedas impactado por el espectáculo. No creo que muchas de las nuevas películas logren hacer eso. Yo crecí viendo películas de los 70’s y 80’s. Ese fue un tiempo bastante fascinante en el cine en cuanto se volvió muy comercial, pero también hubo cineastas fantásticos tras de esto — bien sea Spielberg o Lucas, Jaws, Close Encounters, E.T, Raiders of the Lost Ark — fueron grandes éxitos de taquilla pero también fueron películas muy bien hechas. Spielberg de alguna manera re-inventó todas las películas que amaba. Indiana Jones fue una especie de adaptación a las películas clase B de los 50’s que vio mientras crecía, y de manera subconsciente, yo creo que estaba haciendo lo mismo.

¿Recuerdas las películas de espías que viste cuando eras joven?

Oh sí. Para mí el género fue definido por el James Bond de Roger Moore y películas y cintas tales como In Like Flint y programas de televisión como The Man From U.N.C.L.E y The Persuaders. También amé las películas de Harry Palmer. Éstas fueron las películas que alimentaron mi amor por el género de los espías, pero con el paso del tiempo parecían volverse más serias y crudas. Como una reacción instintiva en contra de la diversión de Austin Powers tenemos a Jason Bourne, Jack Bauer y luego Bond siguió por ese camino, dejando un hueco en el mercado en lo que a mí concierne.

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¿Por qué Kingsman? ¿Por qué ahora?

Creo que la gente está pasando por tiempos difíciles en estos momentos y quieren escapismo puro. Me parece que Guardians of the Galaxy marca una nueva tendencia y es lo que la gente quiere en estos momentos; ellos solo se quieren divertirse. Me alegra que a Guardians of the Galaxy le haya ido tan bien. Antes que se estrenara Guardians yo creo que todos aún pensaban que lo crudo era por dónde se tenían que ir… lo realista, y que todo el mundo debía de copiar a (Christopher) Nolan.

¿Por qué eligió a Colin para éste papel? Es algo muy distinto a lo que lo hemos visto hacer antes.

En resumen, estaba buscando a un David Niven de los tiempos modernos. Todo el mundo pensó que buscaba algo distinto, me decían algo así como ‘Oh, estás haciendo un Bond tipo Roger Moore. Y les contestaba, ‘No, estoy haciendo a un David Niven como espía. No intentamos hacer Bond. Si intentara hacer a un Bond, entonces el personaje de Colin sería alguien totalmente distinto. Las similitudes son que se trata de espías con artefactos y que se visten bien, pero así mismo hay muchas diferencias. Pero si me pregunta ‘¿por qué Colin?’, bueno, para mí la pregunta es ‘¿Quién es el caballero de hoy en día? Ese es Colin Firth. Creo que de Colin la gente aún no sabe realmente mucho. Tan sólo lo han visto como el que ganó un Oscar interpretando a un rey tartamudo.

¿Estabas ansioso por ver si Colin podía manejar los aspectos físicos?

Estaba muy ansioso pues uno nunca sabe, pero la cinematografía tiene que ver con tomar riesgos y ser valiente y mi instinto con Colin me decía ‘mira, vamos a hacer esto’. Tan solo creía que él era exactamente el hombre indicado para interpretar a Harry. Cuando creo un reparto trabajo mucho con mis instintos y estos me dijeron que él estaba perfecto para esto y que lo podía lograr. Lo envié a conocer a mi equipo de acrobacias y toda mi gente y se sentaron con él y después me dijeron ‘¿sabe qué? él tiene la actitud correcta’. Es ridículamente flexible lo cual realmente ayuda. Seguí mis instintos y elegí a un actor que trabajó muy duro para que esto funcionara. Colin fue fantástico.

¿Cuánto tiempo se llevó filmar la secuencia de la iglesia?

Respuesta: Me parece que fueron seis días para filmar eso. Se filmó con una cámara flotante parecida a una cámara de mano pero también tiene una estructura por encima para que pueda ser montada en algo así como una cuerda de bungee; puede subir y bajar y seguir la acción. La escena fue muy, muy bien planeada e hicimos todo antes con video, así que filmar la escena probablemente fue la parte más fácil de esto pues ya habíamos entendido cada toma. Ese tipo de acción no se da si la inventas ese mismo día. En el día de filmación lo único que hicimos fue ejecutar el plan. Es como pintar utilizando números; habíamos hecho todo con excepción de pintar con los colores, y esa fue de hecho la parte más fácil, colocar los colores.

¿Te preocupó incluir en el reparto a un actor sin experiencia en un papel tan importante?

Taron nunca antes había estado en un set de filmación, así que yo solo estaba ahí pensando ‘¿puedo incluir a un muchacho que jamás ha estado en un papel principal?’ Hice dos pruebas a pantalla con él y nos sentamos a hablar pero yo sabía que era la persona correcta y creo que es muy importante cuando haces el reparto para una película que te deshagas de todo el bagaje, redes de protección y solo pienses en ‘¿quien es la persona correcta para el papel?’ Cuando una audiencia del cine se sienta a ver una película a ellos nos les importa otra cosa que no sea su deseo por creer en lo que están viendo. Yo solo sabía que este iba a ser mi protagonista… tan solo dije ‘este es el muchacho’, es el correcto para el papel.’

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Samuel L. Jackson ha creado un grandioso y memorable villano en el personaje de Valentine. ¿Lo escribieron con él en mente?

No. Cuando escribimos el guión, estábamos imaginando que el tipo tendría unos 30 años. Pensamos que ese personaje sería uno de esos tipos jóvenes que se habían convertido en multi-multi- billonarios. Habíamos considerado a los sospechosos usuales para ese papel y yo estaba trabajando más y más con Jane (Goldman) en el guión y en los discursos que tiene Valentine y tan solo pensé: ‘Necesito un actor que pueda recitar esos largos discursos y resultar cautivante mientras lo hace.’ Creo que Sam Jackson es un actor fenomenal y siempre he dicho que ese tipo podría leer el directorio telefónico y sonaría igual de cinematográfico y sofisticado. Estábamos viendo a actores distintos y de repente dije ‘¿Y qué tal Sam Jackson?’ A) Siempre había querido trabajar con él y B) simplemente pensé ‘todo el mundo piensa que estos tipos de la tecnología son jóvenes pero ese quizás no sea el caso. Si Steve Jobs aún estuviera vivo, él sería el máximo exponente del billonario tecnológico sin pensarlo dos veces. De repente pensé, ‘es un cliché buscar al tipo joven,’ y siempre me ha preocupado un poco eso. Imagina que fuese Colin enfrentándose a Jesse Eisenberg o Joseph Gordon-Levitt. La escena de la cena es crucial y si fuera un actor más joven no parecerían como dos rivales. Iba a ser un poco como la relación con Eggsy. Pensé ‘¿saben qué?, este tipo es Steve Jobs, no es (Mark) Zuckerberg.’

Samuel interpreta a Valentine con un ceceo. ¿De quién fue esa idea?

El ceceo fue idea de Sam. Estábamos haciendo una lectura y experimentando y él dijo ‘tengo esta idea.’ Al principio dije ‘no lo sé’. Me atemorizó. Luego me acostumbre. Él hizo que esto funcionara. Esto hace que Sam parezca alguien ligeramente distinto. En vez de que Sam pareciera muy sofisticado, era un nerd sofisticado. Bromeamos diciendo que él era un ‘geek-chic’ (ríe).

¿Qué hay de los “gadgets”? Cada gran película de espías tiene artefactos muy sofisticados.

Fue difícil crear los artilugios pues con la tecnología moderna puedes comprar cualquier cosa. Es por eso que pensé que haríamos algo un poco más retro. Por esa razón pensé en el zapato, el encendedor que estalla y todo eso. Pensé que si eres espía, aún sigue siendo algo extremadamente útil tener un encendedor que también es una granada. No me importa si la tecnología moderna ya lo ha rebasado o no. Me parece que mi artefacto favorito es probablemente el paraguas. Le estaba diciendo ‘no’ a todos estos diseñadores distintos y al fin le dije ‘sí’ a Swaine Adeney. Ellos hicieron un paraguas fantástico. Es un poco más voluminoso cuando lo ves y hasta puedes creer que hay una ametralladora escondida dentro de él. A él le dije que fuera a una tienda de paraguas, comprara uno y después la adaptáramos. Así que eso fue lo que hicimos.

Kingsman: The Secret Service estrena en los cines de Puerto Rico el próximo 12 de febrero.