Saul Bass fue un diseñador gráfico ganador de Oscar quien revolucionó la forma en que se diseñan los póster de películas hoy en día.

Dentro de sus más de cuarenta años de carrera trabajó con los directores más prominentes de su época, como Alfred Hitchcock, Otto Preminger, Billy Wilder, Stanley Kubrick y Martin Scorsese.

A pesar de que no conozcas su nombre o su rostro, es muy posible que reconozcas varios de sus más reconocidos trabajos como: el logo de AT&T, el de la aerolínea United, o hasta la marca de los pañitos para soplarte la nariz, Kleenex. Sin embargo, lo que realmente definió su legado, fueron los póster y las secuencias de títulos en las películas que hizo junto a los grandes directores.

“Siempre he sentido que la audiencia se debe envolver con la película desde el momento en que aparece el primer ‘frame'”. En su origen, los títulos y los créditos normalmente aparecían, en su mayoría, al comienzo del filme. Por lo que le dio la oportunidad a Bass de utilizar los diseños del título en una nueva e innovadora manera para llamar la atención. La teoría de Bass es que se utilicen los títuos para aclimatar la experiencia del resto de la película.

En su explicación más corta, Bass, lo que crea es un resumen de la historia en su totalidad utilizando símbolos y movimientos. Hoy en día, el póster se utiliza precisamente para dejarle saber a la audiencia qué esperar de una película sin dar la historia completa dentro de una imagen, por lo que la fotografía, síbolos y diseños en general, deben dar un mensaje claro, pero a la vez estar abierto a interpretación para no revelar el final, esto, no solo modernizó la nueva era del diseño gráfico para películas, sino a su vez revolucionó la manera en que se llevaría acabo su publicidad.