El actor Frank Perozo dirige su segundo largometraje, Que León, una comedia liviana con talento dominicano y boricua frente y detrás de las cámaras.
Puerto Rico y la República Dominicana vuelven a unir fuerzas en la industria del cine con Qué León, una comedia romántica que explora el choque de clases sociales que suele ser expuesto en el cine de este popular subgénero. Para audiencias locales se podría tratar de un tema extraño y exclusivamente extranjero, pero puesto en contexto, es comprensible por qué en el 2018 aún se trabajan temas que en otros territorios podrían parecer cosa de fantasía o incluso, de época. Sin embargo, la marcada división de clases sociales en la República Dominicana se presta para una historia tan vieja como el tiempo, pero todavía relevante.
La historia es simple, pero efectiva. Dos tortolitos, Nicole y José Miguel, se juran amor aún cuando pertenecen a distintas clases. Nicole, interpretada por Clarissa Molina, es hija de un exitoso empresario, interpretado por el veterano Raymond Pozo (Perico Ripiao, Colao). José Miguel, interpretado por el cantante puertorriqueño, Ozuna, es un humilde empleado del taller de mecánica de su familia, León e Hijos. Lo único que estos novios tiene en común es el amor que sienten por el otro, y su apellido León. Decididos a separarlos en un intento de velar por los intereses de cada familia, sus padres se ponen de acuerdo para poner fin a esta relación sin detenerse a pensar en el daño que podrían ocasionar. El resultado es una comedia de situaciones que ofrece algo para todo el mundo, desde seguidores del subgénero de la comedia romántica hasta fanáticos de figuras populares de la música y los medios de comunicación como Ozuna, uno de los exponentes de reggaeton más pegao’s de latinoamérica y veteranos de la comedia como Raymond Pozo y Miguel Céspedes. También actúan en roles secundarios el cantante Víctor Manuelle, el modelo Jaime Mayol y Jorge Pabón “El Molusco”, una de las voces más influyentes de la radio puertorriqueña.
Audiencias jóvenes podrán identificarse con la pareja principal de esta película. Después de todo, se trata de dos jóvenes en plena exhibición de una rebeldía común. Para ellos, nada más importa, y el guión de José Ramón Alama, Frank Perozo y José Paxtor se encarga de balancear ambos puntos de vista sin obligar a la audiencia a escoger un bando. Parte del crédito recae sobre los veteranos Raymond Pozo y Miguel Céspedes. Como los padres en cuestión, el dúo de comediantes se encarga de inyectar humor a cada una de sus escenas, por más serias que parezcan. Para ambos, ser graciosos es casi un impulso imposible de controlar, y uno del cual la película se beneficia grandemente. A pesar de tratarse de una comedia de situaciones, mucho del humor llega vía la improvisación y genialidad de estos dos individuos.
Pero la película no es todo risas. En el tercer acto, la película toma un giro que, aunque predecible en el subgénero, aquí llega casi sin avisar. La secuencia de brinda a Ozuna, en su debut como actor, la oportunidad de interpretar algo más que al “negrito de ojos claros”.
Que León se exhibe actualmente en los cines de Puerto Rico.