Crítica de The Big Sick – Amor en los Tiempos del Coma

The Big Sick no debería ser tan buena como lo es; el chico que se enamora de una mujer fuera de sus tradiciones, tendrá que escoger entre ella o su familia. Y cuando las cosas no parecen poderse ponerse peor, ¡zas! La muchacha cae en coma. De novela. Mala Novela.

La diferencia es que The Big Sick cuenta con simpáticos personajes interpretados orgánicamente, buen ritmo (aunque se detiene un poco durante la mitad, y añade una sub-trama que no aporta mucho), y una historia tan basada en la vida real, que fue literalmente escrita por sus protagonistas. Kumail Nanjiani (Sillicon Valley) escribió junto a su esposa Emily V. Gordon (interpretada en el filme por Zoe Kazan) una versión de cómo se conocieron, se enchularon, se separaron, y regresaron juntos luego de un susto médico.

Pero es más que eso. The Big Sick es una carta de amor al humor y como nos ayuda a lidiar con el mundo. Kumail pertenece a una familia musulmán tradicional, que desprecia su ambición de ser comediante mientras le buscan novia en un matrimonio arreglado. Con su comedia, Kumail desahoga las frustraciones de ser la oveja negra, de vivir en un mundo post-9/11 que desconfía de él -solo por el color de su piel- su acento y su religión. De tener que escoger entre su familia, su pasión, y la mujer que ha conquistado todo su ser.

Comediantes, músicos, actores, artistas, extraños, raros, e inconformes de la vida, no deberían perderse esta película.

El primer acto es el mejor. Conocemos a “Kumail” haciendo lo que ama mientras conduce para Uber, y a Emily, una estudiante graduada disfrutando su juventud. Michael Showalter (Hello, My Name is Doris) nos lleva durante esa dulce etapa del enamoramiento, convenciéndonos que estos chicos son perfectos uno para el otro, a la misma vez que vemos a Kumail bregando con la férrea insistencia de su familia para que estudie algo “real”, y acepte una de las muchas pretendientes que llegan “sorpresivamente” durante las cenas familiares.

Cuando Emily cae en coma por una extraña enfermedad –luego de la separación- Kumail se mantiene a su lado, conociendo a los padres, encarnados por Ray Romano, y Holly Hunter casi robándose la película entera con su irreverente honestidad. El choque de culturas, la preocupación mutua por Emily, y las situaciones mundanas que llegan con pasar el tiempo en una sala de espera de hospital, lidiando con doctores, son presentados a través del lente humorístico que Gordon, Nianjiani y Showalter le dan a esta encantadora película.

Es raro ver una historia en la cual todas sus partes funcionen tan bien por si solas como separadas; The Big Sick me conquistó desde su primera escena con personajes reales, un sólido elenco de apoyo , y un final que me dejó con una sonrisa, amando el mundo, queriendo abrazarlos a todos ustedes. ¡Inmensamente Recomendada!