El hecho de que Woody Allen siga hacienda cine a los 80 años de edad es digno de admirar. Esta profesión es una increíblemente agotadora, incluso para jóvenes como yo, y Allen la hace ver como algo fácil, estrenando películas nuevas cada año, y actualmente trabajando en una serie para Amazon. El crítico americano, Roger Ebert llamó al cineasta un “tesoro del cine”, y seguir obteniendo obras de este señor es una bendición.
El nuevo filme de Allen, CAFÉ SOCIETY, cuenta la historia de Bobby Dorfman, interpretado por Jesse Eisenberg, quien se muda para Hollywood para encontrar un mejor empleo, y termina trabajando para su tío Phil, interpretado por Steve Carell. En medio de una reunión, Dorfman conoce a Vonnie (Kristen Stewart), la secretaria de su tío, de quien se enamora a primera vista.
Las actuaciones y la química entre Eisenberg y Stewart son unos de los “highlights” del filme, algo que nunca pensé que diría de Kristen. Algo que me resulta repetitivo de Allen, es que los personajes principales de todos sus filmes son una versión de él más joven, ya que él no puede protagonizarlos por su edad. Desde los 70s, todos los protagonistas de sus películas actúan casi igual, y “Café Society” no es la excepción.
Aunque Stewart y Eisenberg están tremendos con sus actuaciones, la verdadera estrella del filme es el director de fotografía, Vittorio Storaro, quien es conocido por haber trabajado en los filmes “Apocalypse Now” y “Last Tango in Paris”. Los colores vibrantes y cálidos casi saltan de la pantalla, y aunque la iluminación del filme hace obvio el hecho de que todo es un set – con luces fuertes en las caras de los actores en varias ocasiones –, el surrealismo de la paleta de colores que nos presenta Storaro nos lleva a una década de los 30s mucho más colorida de lo que probablemente fue y hace eso que mencioné fácil de ignorar. Una de las escenas más impresionantes visualmente en el filme es una que está iluminada mayormente por la luz de unas velas (no es la de la próxima foto).
El guion, que como de costumbre también fue escrito por Allen, se siente que está, como dice el refrán en inglés, “all over the place” (por todas partes). Se siente extraño que Allen incluya a ciertos personajes, la mayoría de ellos familia de Bobby, quienes realmente no aportan casi a la historia. Perdía el interés cuando el filme brincaba de Dorfman, a uno de estos personajes quienes no me interesaban en lo absoluto.
Admito, soy fanático de los romances – los romances que valen la pena, como el “Before Trilogy” de Richard Linklater, o “Her” de Spike Jonze –, y el romance en las películas de Allen siempre me fascina. Tal vez me hubiese disfrutado más la película si se hubiese concentrado mayormente en el romance entre Vonnie y Bobby, y no hubiese estado de lado a lado mostrándome, lo que se sentía como, pequeñas viñetas de la vida de estos personajes secundarios.
Aún con todos sus defectos, “Café Society” merece ser vista. Mayormente por las actuaciones de Stewart y Eisenberg, y definitivamente por la fotografía de la película. Además, como mencioné al principio de esta reseña, el maestro Allen ya tiene 80 años, y aunque sea difícil admitirlo, cualquiera de estas obras puede ser su pieza final, y no hay nadie mejor que Woody Allen para transportarnos a épocas cuando la vida con clase era casi un arte.