“Dear Evan Hansen” tocaba los temas de la depresión, la ansiedad, y el sentirse solo, o como un outsider, desde que estrenó el musical en el que está basado la película en Broadway del 2016. Pero quizás, debido a lo que todos hemos pasado por la pandemia del COVID-19, el material sea más relevante ahora que cuando se estrenó el musical hace 5 años atrás.
La película cuenta la historia de Evan Hansen, interpretado por Ben Platt, un joven de escuela superior que padece de ansiedad y depresión, y como parte de los ejercicios que le dio su terapeuta, se escribe cartas para sí mismo sobre cómo se siente ese día. Su vida da un giro 360 cuando Connor Murphy, otro estudiante del colegio, se topa con una de estas cartas impresa y se queda con ella.
A los par de días, los padres de Connor le dan la noticia a Evan de que Connor se quitó la vida, y encuentran la carta de Evan en el cuerpo de Connor. Es aquí cuando los padres de Connor comienzan a pensar que Evan era el mejor amigo de su hijo (por algo que dice la carta), y Evan Hansen, con tal de no causarle más dolor a los padres, les sigue la corriente y se inventa una amistad con Connor que nunca existió.
Ben Platt encabeza el elenco, haciendo de Evan Hansen, papel que interpretó en el escenario en 2016. La habilidad de cantar de Platt es incuestionable, pero es inevitable no darse cuenta de que el actor ya está muy pasado de edad para estar haciendo papeles de escuela superior. No solo no funciona como estudiante de high school, sino también el lenguaje corporal del actor se siente, en ocasiones, exagerado (a la hora de demostrar que tiene ansiedad, por ejemplo), y es inevitable pensar que Platt se quedó con eso luego de su paso por Broadway.
Esto también demuestra problemas en la dirección de parte de Stephen Chbosky (a quien quizás conocen como el autor y director de “The Perks of Being a Wallflower”). Chbosky tiene experiencia dirigiendo filmes de este género, y hay momentos de “Dear Evan Hansen” que funcionan como el director pretendía, pero hay uno que otro momento que se siente fuera de lugar, o como una oportunidad perdida (como la parte del coro final de “You Will Be Found”).
Amy Adams también es parte del elenco del filme (que también incluye a Julianne Moore), y es de los highlights de la cinta, interpretando a Cynthia Murphy, la madre de Connor. Kaitlyn Dever también tiene muy buenos momentos como Zoe Murphy, hermana de Connor y el interés amoroso de Evan. La mayoría del elenco de reparto tiene su canción, o su momento memorable, pero Amy Adams termina siendo la MVP.
El guion de “Dear Evan Hansen” trata sobre muchos temas profundos como los que mencioné al comienzo de esta reseña (depresión, ansiedad, suicidio). Me parece que esto es un mal del material original, y no de la adaptación, pero muchos de estos temas se tocan bien superficialmente, y esto es una de las debilidades de “Dear Evan Hansen”.
Quizás es un poco injusto pretender que una obra (o, en este caso, un filme) que está hecha para jóvenes adultos, con 2 horas de duración, tenga tiempo para abundar lo suficiente en todos estos temas tan profundos sobre la salud mental, pero creo que vale la pena hacer mención de esto. Por otra parte, debo admitir que me sorprendió lo bien que el guion trata con el tema del suicidio, y como no abusa el tema al punto de ser un melodrama.
“Dear Evan Hansen” no hace nada nuevo para los musicales, ni para las películas coming-of-age, y ciertamente no es para todo el mundo. De seguro hay decenas de películas y/o series, similares a “Dear Evan Hansen”, que tratan estos temas de manera más profunda, o mejor que esta película. Pero estoy seguro que el público para el que se hizo esta película, y la fanaticada del musical de Broadway, estará más que satisfecho.