Luego de 11 años, Jane Campion regresa a la pantalla con “The Power of the Dog”. Un espectacular filme de estos con miradas, silencios y acciones que dicen más que las palabras escritas en el guion. Grábense el título de la cinta porque estoy seguro de que esta hará ruido en la temporada de los Oscars. 

“The Power of the Dog” cuenta la historia de Phil Burbank, un ranchero que vive aterrorizando a los que lo rodean. La rutina de la vida de Phil cambia completamente cuando su hermano decide casarse y traer a su nueva esposa, Rose, con su hijo Peter, a la granja donde viven. Honestamente no quiero decir más, y les recomiendo que busquen lo menos posible del filme, porque creo que esto es parte de por qué “The Power of the Dog” funciona tan bien como lo hace. 

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Primero lo primero: Mr. Benedict (usted y tenga) Cumberbatch. WOW. Todos sabemos que Benedict Cumberbatch es un actorazo. Los que siguen su trayectoria saben que Cumberbatch es un camaleón en el cine. Es increíble la habilidad que tiene este actor de ser alguien tan fantástico como Doctor Strange, y luego alguien tan real y complejo como lo es Phil. “The Power of the Dog” es un masterclass actoral, con Cumberbatch (quien mínimo recibirá una nominación al Oscar por su papel aquí) encabezando un elenco que también incluye a nombre como Jesse Plemons, Kirsten Dunst y Kodi Smit-McPhee. 

En una película donde Cumberbatch brilla de la forma en que lo hace aquí, no es fácil ser su compañero en escena por la mayoría del filme, y Smit-McPhee hace esto fenomenalmente. La química en pantalla entre él y Cumberbatch es palpable, y también apuesto a que él jóven actor se llevará al menos una nominación a Mejor Actor de Reparto. Dunst y Plemons también tienen muy buenos momentos en pantalla, pero, entre las pocas fallas que tiene este filme, una de ellas es que el guion echa a un lado a sus personajes por largos periodos de tiempo.

El fenomenal guion, escrito por Campion, adaptado de la novela del mismo nombre de Thomas Savage, es fenomenal. “The Power of the Dog” es un excelente estudio de personajes. Como mencioné, de las películas en donde los silencios dicen más que cualquier palabra. Con su escrito, Campion explora la masculinidad, la represión, y la búsqueda de uno mismo. El ritmo con el que Campion cuenta su historia podrá parecer lento e inquietante para algunos, pero esta es precisamente la intención de la directora neozelandesa, que se toma todo el cuidado y el tiempo necesario para formar estos personajes y desenmascarar sus lados más vulnerables.

Jonny Greenwood hace la banda sonora de la cinta, y si han escuchado lo que el guitarrista de Radiohead ha hecho anteriormente en la industria del cine, es casi redundante decir que la música aquí es fenomenal. La fotografía de Ari Wegner también es magnífica, hecha para verse en la pantalla más grande posible, cosa que se hace difícil al ser una película de Netflix que estrenará en medio de la pandemia. Tanto el score de Greenwood, como la fotografía de Wegner, complementan el resto de las partes del filme, y es difícil imaginar esta cinta sin sus colaboraciones. 

Hace casi un día (al momento de escribir esta reseña) que vi “The Power of the Dog”. No he dejado de pensar en ella. Esta es una de estas cintas que se incrusta en tu cabeza, y se va apoderando de ella mientras van pasando las horas. No puedo esperar a que estrene en Netflix el 1 de diciembre para revisitarla, y confirmar que esta es una de mis películas favoritas de este año hasta el momento.