“Todo lo que veas en el encuadre, tiene un propósito. Nada esta por estar, nada pasa por pasar.” Esta frase fue el detonante de mi obsesión por el séptimo arte y la creación de contenido. Algo que me encanta y a su vez me trauma, ya que a veces le quita la magia a las producciones porque anticipo su desenlace. Así que un “murder mystery” pone a prueba mis destrezas de detective donde utilizó el encuadre como un croquis o como una caja llena de pistas; GLASS ONION: A KNIVES OUT MYSTERY fue mi nuevo misterio a resolver.
Luego de la exitosa cinta de Ryan Johnson, Knives Out, tenemos de vuelta a Benoit Blanc (Daniel Craig), quien es considerado como uno de los mejores detectives del mundo; esta vez se encuentra en una lujosa propiedad privada en una isla griega rodeado de un grupo de amigos del multimillonario Miles Bron (Edward Norton). Entre la lista de invitados a esta isla privada se encuentra la ex socia comercial de Miles, Andi Brand (Janelle Monáe), la actual gobernadora de Connecticut Claire Debella (Kathryn Hahn), un gran científico Lionel Toussaint (Leslie Odom), la diseñadora de moda y ex modelo Birdie Jay (Kate Hudson) junto a su asistente Peg (Jessica Henwick), y el influencer Duke (Dave Bautista) con su novia Whiskey (Madelyn Cline). Este grupo de personas no solamente son adinerados, sino son casi marionetas de Miles, quién es básicamente un Ellon Musk; cuando alguien aparece muerto, todos son sospechosos.
El género de Glass Onion: A Knives Out Mystery es de misterio y suspenso; algo de lo cual para mi, careció. No estoy diciendo que es una mala película, sino que no me funcionó como un murder-mystery; le faltaba más misterio y más suspenso. A mitad de película ya sabía quien era la persona que había cometido el crimen. Fuera de eso, el filme es bastante bueno, no obstante, no logra sobrepasar a su predecesora, Knives Out.
Ryan Johnson tiene una manera peculiar de mostrarnos directa e indirectamente el título de la cinta de alguna manera. En GLASS ONION se podía observar una gigante cebolla de cristal en medio de la casa del multimillonario, la cual era preciosa y hacía referencia a dicho nombre. Además, la manera en que “desenmascaran” a los personajes era como si le fueran quitando las capas a la cebolla.
Las actuaciones de este elenco de alta calidad, estuvieron fenomenales. Mis personajes favoritos fueron los de Janelle Monáe, Kate Hudson y Madelyn Cline. De Janelle Monáe no puedo brindar mucha información, pero la manera tan sutil y elegante con la cual se desplazaba tan notable en la pantalla grande me encanto. Por otro lado, disfruté el papel de Kate Hudson, era quien hacía de la cinta una disfrutable. Mientras que de Madelyn Cline solo la había visto actuando en la serie Outer Banks y su papel de Whiskey estuvo estupendo.
Las buenísimas actuaciones de este buffet de Hollywood se debe a su ingenioso libreto escrito también por Johnson. Adicionalmente, la cinematografía de GLASS ONION es impecable al igual que su diseño de producción. Incluso, si hacen un parque temático de la isla griega de Miles, iría.
Ryan Johnson ha estrenado ambas películas cerca de Thanksgiving y estoy totalmente de acuerdo con él; es ideal para ver en estas épocas con tus seres queridos. Aunque no me funcionó como un murder-mystery, es buena para pasar el rato. GLASS ONION: A KNIVES OUT MYSTERY se encuentra ya en cines.