La vida es un rompecabezas, donde ciertamente hay que tomar decisiones para poder continuar nuestro rumbo en el futuro. Para tomar estas elecciones, siempre seremos influenciados de alguna manera por otros seres humanos y sus creencias sobre la vida. Esta travesía se nos presenta, o se intenta hacer, en la nueva versión de Heillraiser, disponible desde el 7 de octubre en Hulu. 

Luego de 12 adaptaciones, la franquicia de Hellraiser, inspirada en la novela de Clive Barker, The Hellbound Heart, comienza de nuevo. La nueva película sigue teniendo a la típica casería de seres humanos causada por un objeto. Sin embargo, si no eres un fan de esta serie como yo, el reboot del director David Bruckner es un buen comienzo para ser un nuevo creyente de esta saga de horror. 

En el filme seguimos a Riley, una joven consumida por las adicciones cuya relación con su hermano, el único que parece intentar ayudarla, empeora con cada una de sus malas decisiones.  Ella, en medio de un choque emocional, descifra el acertijo de una misteriosa caja de rompecabezas, parecido a un Rubik´s cube, pero más antiguo y tenebroso, que ocasiona la desaparición de su consanguíneo. Mientras investiga sobre el suceso, descubre que también convocó a los cenobites, unos seres sobrenaturales de otra dimensión que utilizan el sadomasoquismo para cumplir los sueños, o pesadillas, de seres humanos desdichados. 

La premisa logra regresar la franquicia al uso de los efectos prácticos en la creación de estos seres sobrenaturales y tenebrosos. En esta ocasión, el cenobite más famoso de esta saga, PINHEAD, es interpretado por Jaimy Clayton de una manera única. En esta nueva versión de esta criatura, cuyo rostro está cubierto de agujas, la voz se siente como si fuera creada digitalmente. Sin embargo, esta duda que tuve fue aclarada al escuchar a la actriz estadounidense en la conferencia de prensa. Ella tiene la misma voz, siniestra y meticulosa, de este ser sádico y horripilante. Y la observación la digo como un cumplido, porque ahora si puedo escribir que su interpretación es excelente.

Y más allá de la importancia de PINHEAD en esta historia, porque tampoco esperen mucho tiempo en escena de ese personaje, se encuentra la protagonista Rilye, interpretada por la actriz Odezza A´Zion, que carga más con el aspecto narrativo de la película. Rilye es un personaje que desde un principio se nos presenta como alguien que ha tomado malas decisiones. Ella simplemente se ve desbordada en la culpa y la tristeza. A medida que la narración la lleva por cada nuevo acertijo, el resto de los personajes entran en un laberinto mental de terror, donde aun así deben de continuar tomando decisiones que pueden resolver o empeorar la situación. 

Odezza A´Zion interpreta a Riley, una mujer consumida por las adicciones. (Suministrada)

Y es aquí donde la película cae de gran manera, en tratar de mezclar uniformemente la carga narrativa de Riley con la mitología de estas criaturas.  La película si tiene una introducción sobre ellos, pero luego el primer acto es un drama enfocado en la protagonista y su hermano. Luego la narración corre muy bien hasta llegar al tercer acto, en una mansión donde prácticamente el juego de los cenobites se hace más aterrador. Aquí la premisa de la relación con su hermano decae de gran manera, ya que me vi más enfocado en entender a estos seres y olvidar aquella premisa de la relación fraternal.

Y aunque puedo pecar de no ser muy fiel seguidor de esta franquicia, si considero que es un buen reinicio para tratar de entender esta secta y el por qué los seres humanos, en esta historia, quieren relacionarse con ellos. Al final, y sin entrar en detalles, nuestra protagonista debe de tomar una decisión. Al igual que yo, espero que tomen la decisión de aceptar este nuevo comienzo de Heillraiser.