“Jockey” presenta la cruda realidad de una profesión hermosa, sacrificada y peligrosa

Clifton Collins Jr. ofrece una poderosa interpretación de las luchas reales que vienen con ser un jinete de caballos en el drama “Jockey”, que estrenó en el Festival de Sundance este año y se presentó recientemente en el Festival Internacional de Cine de Toronto.

Existen un sin número de entregas cinematográficas sobre el hipismo. Entre ellas se encuentran películas exitosas como lo fueron “Seabiscuit” (2003) y “Secretariat” (2010). Ambas, que se centran más en el caballo (la estrella del espectáculo), realmente no tuvieron el tiempo suficiente para que la audiencia también se sumerja en la vida de las personas detrás de ellos. En “Jockey”, la historia se aleja de toda la gloria, las carreras y los momentos grandes en la historia del hipismo, y se centra más en las luchas reales de los hombres o mujeres que los montan. Dándoles el espacio y el tiempo que se merecen para mostrar la cruda realidad de una profesión hermosa, sacrificada y peligrosa.

La cinta sigue a “Jackson Silva” (Clifton Collins Jr.), un hombre que sabe desde que arranca la cinta que el tiempo está en su contra. Si bien es cierto que con la edad vienen sus luchas, para los jinetes eso significa que un fresco y joven jinete puede entrar fácilmente y ocupar su lugar. Suena horrible, pero esa es la realidad de este negocio y prácticamente en la vida en general. “Jackson”, considerado uno de los grandes en su profesión, aparenta estar luchando con problemas de salud que le impiden continuar con su carrera sin antes hacerse daño a sí mismo y eventualmente perder la capacidad de continuar con su vida normal. Para agregar algo de tensión y drama a su vida, un joven llamado “Gabriel” (Moises Arias), que afirma ser su hijo, aparece de la nada pidiendo que lo entrene. Pues, él lo ha admirado desde que tiene memoria. Reaccionando como cualquiera lo haría, “Jackson” lo niega todo. Pero, luego termina entrenando al joven mostrándole no solo sus secretos sino la realidad de la profesión.

Se puede decir que esta entrega presenta las etapas del duelo del círculo de la vida. Llega un punto en que por más que uno no quiera debe decirle adiós a lo que le apasiona por alguna excusa razonable, y de manera exitosa, esta película lo maneja a través del lente de un jinete.

Utilizando mayormente iluminación natural para presentar la belleza del mundo hípico y usando principalmente “tracking shots”  y tiros “handheld” para seguir a nuestro protagonista principal a través de la trama, “Jockey” logra pintar un cuadro hermoso pero triste de un hombre que ha perdido sus mejores años y tiene que aceptarlo. Clifton Collins Jr. es el hombre responsable de dar vida a esa historia frágil, hermosa, triste y algo inspiradora, ofreciendo a la perfección una de sus mejores actuaciones hasta la fecha. Sin embargo, eso no lo es todo. El joven actor Moises Arias (Five Feet Apart) también coincide con esa increíble actuación como el joven jockey que termina recibiendo la atención que “Jackson” una vez tuvo en su carrera, mostrando realmente un potencial en el futuro de su carrera cinematográfica.

Si no los conoces a los dos, esta es la película que deberías ir a ver. Y si eres fanático de las carreras de caballos, esta es una película que definitivamente deberías ir a ver. Después de todo, no hay gran caballo sin un gran jinete detrás de él.