Cuando la polarizante “Man of Steel” estrenó en el 2013, fueron muchos los que defendieron su uso excesivo de acción y efectos visuales computarizados, pero fueron muchos más los que la criticaron por un tercer acto extravagante que iba deshaciendo los dilemas morales e ideales que han caracterizado a Superman desde sus inicios. El tercer acto de esa película introdujo a un Superman capaz de matar y lo suficientemente egoísta como para dejar morir a miles de personas a causa de una pelea que fácilmente pudo haber trasladado a otra parte. Tres años después, la continuación a esa historia llega en forma de una de las batallas más grandes que hayan visto el cine y los cómics, a cargo del director de “Man of Steel”, Zack Snyder.
“Batman v Superman: Dawn of Justice” reacciona a su principal crítica y aplica parches temporeros que el propio director remueve en el tercer acto con más acción estrambótica y referencias casi burlonas a una de las más grandes faltas de la primera película en el universo cinemático de DC Cómics. Afortunadamente, Snyder y compañía están conscientes de lo que su audiencia ha venido a ver, proveyendo momentos emocionantes que tendrán a los fanáticos más “hardcore” brincando en sus asientos, oscilando entre aplausos y lágrimas en más de una ocasión.Luego de un corto repaso de los orígenes del Caballero de la Noche, “Batman v Superman” retoma la historia donde la dejó “Man of Steel”, justo en medio de la batalla de Metrópolis, donde Superman y el villano Zod (Michael Shannon) protagonizan un enfrentamiento que causa destrucción masiva. Parte de este enfrentamiento entre extraterrestres se desarrolla en uno de los edificios del empresario Bruce Wayne, donde sucumben sus empleados y amigos. Naturalmente, Bruce Wayne, quien se desempeña por las noches como el vigilante enmascarado de Ciudad Gótica, lo identifica como una peligrosa amenaza para la humanidad que debe ser destruída. De esta manera, Snyder y sus guionistas Chris Terrio y David S. Goyer afrontan las quejas de una manera ingeniosa, mientras que Snyder reproduce con ojo al detalle una de las secuencias más memorables de esta batalla desde otro punto de vista. Por otra parte, el heredero Lex Luthor (Jesse Eisenberg) ha descubierto la kriptonita, el único material que puede atravesar la piel del Hombre de Acero y uno que intenta implementar en armas como medida de preparación ante otro posible ataque extraterrestre. Mientras tanto, la humanidad se divide entre aquellos que ven al kryptoniano como un héroe y aquellos que lo ven como una amenaza. Esta última es sólo una de las tramas secundarias que explora “Dawn of Justice”, un filme que demuestra una vez más que el director Zack Snyder no conoce sus límites, tampoco a sus personajes.
Es imposible contener la emoción durante una película por la que llevamos una vida entera esperando. La satisfacción de finalmente ver a las dos grandes figuras de DC Cómics juntos por primera vez en la pantalla grande es suficiente como perdonar algunas de sus faltas. Cada puño que llega al rostro de estos superhéroes se siente en nuestros estómagos, pero este efecto es producto de una conexión que existe previa al nacimiento de este joven universo cinemático. Cuando “Batman v Superman” es emocionante, no es porque sus guionistas o el director hayan trabajado para esta reacción -con excepción de una que otra línea memorable- sino por lo que ya representan el murciélago y la S en nuestra vidas. De tratarse de dos personajes completamente nuevos, la sinopsis de esta película se leería de una manera diferente: un vigilante enmascarado que siempre está enojado se enfrenta a un extraterrestre que destruyó media ciudad, causando una terrible primera impresión. Lo que acabo de describir son dos personajes mucho más desagradables de lo que deben ser dos superhéroes, en especial aquel que desde sus orígenes ha inspirado comparaciones con el Cristo.Afortunadamente para Ben Affleck, su trabajo como Batman finalmente pondrá fin a las críticas de los escépticos que desubicaron sus ataques, cuando en realidad debieron haber sido dirigidos a Jesse Eisenberg, quien se roba la película con una actuación espectacularmente “over the top” y merecedora de todo el fuego que ha recibido Batfleck. Este Batman guarda pocas similitudes con los otras interpretaciones que hemos visto en el cine, siendo este el vigilante fuerte y temible que siempre debió haber sido. Por su parte, Eisenberg personifica a una caricatura de Alexander Luthor, un hombre demente sin motivación alguna para organizar la pelea del siglo, mientras recita cada una de sus líneas como “one liners” y constantemente hace referencia a grandes pensadores, cuando todos esperamos que él sea uno. Como Wonder Woman, la israelí Gal Gadot resalta en medio de la pelea, aún cuando su tiempo está limitado y su desarrollo vendrá luego.
Amy Adams como Lois Lane sigue siendo uno de los aspectos positivos de esta franquicia. En “Dawn of Justice”, la reportera más intrépida del Daily Planet hace mucho más que ser rescatada por Clark/Superman mientras cae al vacío, aún cuando es rescatada mientras cae al vacío, una escena clásica que no puede faltar.
“Batman v Superman: Dawn of Justice” fue confeccionada para aquellos que disfrutaron de “Man of Steel” y han acogido el tono sombrío que predominará en este universo cinemático. Además, la película cuenta con más elementos dignos de revisitar que su predecesora, entre ellos una serie de cameos que empiezan a desarrollar la Liga de la Justicia y urgentemente expanden el universo más allá de estos dos personajes. El problema es que al igual que “Man of Steel”, la película está dirigida a una audiencia que no cuestionaría las decisiones contradictorias de los personajes. Para los demás, será muy difícil justificar que Batman dedique gran parte de la película a perseguir al hombre que ayudó a destruir una ciudad para más tarde proponer que “ se traslade a la ciudad” a una amenaza en común durante la gran batalla final.