Después de trece años de espera por fin llega a pantalla grande FINDING DORY. Es una de las mejores secuelas de Pixar que he visto, le hace frente a su gran predecesora FINDING NEMO. Se puede decir que la película cumple con las altas expectativas que todos teníamos en ella, es una aventura llena de acción, diversión y ternura. El director, Adrew Stanton, supo seguir muy bien la emoción y el ritmo de la película original. La animación es espectacular y hay unos paisajes marinos impresionantes.
Un año después de los acontecimientos de la primera película, Dory (Ellen DeGeneres) se topa de repente, a través de un recuerdo, que estaba destinada a encontrar a su familia. Con la ayuda de Marlín (Albert Brooks) y Nemo (Hayden Rolence), Dory encuentra su camino a un instituto de biología marina. Al pasar varias circunstancias se separan en el instituto, pero Dory sigue trabajando para tratar de encontrar a sus padres, esta vez con la ayuda de su nueva pareja de aventuras el pulpo Hank (Ed O’Neill), mientras Marlín y Nemo tratan de reunirse con su amiga olvidadiza.
Stanton, logra un acceso directo a la parte emocional y emotiva con los “flashbacks” de Dory cuando pequeña, ella es simplemente dulzura. Básicamente estás viendo a una niña hacerle frente a su condición mental y tratar de no defraudar a sus padres haciendo todo lo mejor que puede. Es increíble como ambas películas tienen esa simpatía hacia las condiciones físicas y mentales, llevan un claro mensaje de no permitir que esos impedimentos te definan y te cohíban de lograr lo que te propones. Es importante que los más pequeños reciban este mensaje y cuando no puedan lograr algo piensen: ¿Qué haría Dory? (pregunta que se repite a lo largo de la historia).
Afortunadamente la película no pierde el sentido del humor que suele distinguir a Pixar, en esto ayuda la introducción de fantásticos personajes como el pulpo Hank, las ballenas Destiny (Kaitlin Olsen) y Bailey (Ty Burrell), además de las graciosas focas (Idris Elba y Dominic West) que ayudan a Marlín y a Nemo en su viaje. Estos personajes son tan entrañables y divertidos que hacen una buena adición a la aventura de Dory. Sin embargo, la película no llega a ser más graciosa que FINDING NEMO, tiene un tono más serio y tristón en ciertas escenas
Si hay algún problema con FINDING DORY, es un poco su final, no fue tan emocionante y memorable como uno puede llegar a pensar. El filme no supera a FINDING NEMO, pero aun así tiene su propia identidad y es digno de lo que uno espera ver de un estudio como Pixar. Es una película estupenda para ir a ver un domingo en familia.