Las carcajadas del público en un teatro son contagiosas. Probablemente si preguntan de qué es el filme le dirán que es un película de comedia… no del todo. Si me hubieran dicho eso probablemente no hubiera terminado viendo la película. Entré a la sala de cine – no había visto tráilers – pensando que este filme iba a ser más serio de lo que es. Aún así, no quedé decepcionado. Con The Nice Guys, Shane Black nos da una mezcla de acción y comedia que se hace disfrutar de principio a fin.
En el filme, Russell Crowe interpreta a Jackson Healy, un tipo de sicario que se siente inútil en la vida, y Ryan Gosling a Holland March, un detective privado que deja que el alcohol arruine su vida, su trabajo y su relación con su hija: la fantástica Angourie Rice, interpretando a Holly March. Holland es contratado para buscar a Amelia (Margaret Qualley), que no desea ser encontrada y quien contrata a Healy para que le dé una golpiza a Holland March con el motivo de que este deje de buscarla. Luego de tener un encontronazo con unos matones, Healy decide unirse a March para encontrar a Amelia y saber el secreto que ella esconde.
Crowe y Gosling dan el todo en este filme, y ambos nos sacan par de carcajadas en múltiple ocasiones, pero la que se roba el show es la australiana de 15 años, Angourie Rice, con Holly, personaje que supera a March y Healy en inteligencia, y les salva el pellejo en varios ocasiones, muchas de ellas por pura suerte. Matt Bomer también brilla como el malévolo John Boy, aunque su personaje unidimensional será lo menos memorable del filme.
El guion, escrito por el mismo Black (director) y Anthony Bagarozzi, nos presenta a la ciudad de Los Angeles en los 1970’s. Un Los Angeles que no le teme a la pornografía – en una parte del filme hay un “billboard” gigante en el medio de la calle anunciando una película pornográfica – y que se convierte en una gran fiesta cuando cae la noche. Dicho guion logra mezclar la comedia y la acción – con toques de misterio – perfectamente, logrando que los chistes saquen carcajadas del público y la acción sea entretenida.
La falla mayor del filme se debe a lo mucho que complica Black el conflicto del filme luego de la mitad del segundo acto. El filme comienza con la premisa de que hay que buscar a Amelia, y luego por una u otra razón, se desvía de esto. No me hubiese molestado en lo absoluto que la película hubiese sido un filme detectivesco, con estos dos personajes que se meten en situaciones cómicas, tratando de encontrar a una persona. Y así se siente, hasta la mitad del filme, donde la historia comenzó a perder mi interés.
Aún con sus fallas, y uno que otro cliché y personaje unidimensional, Black logra hacer una de las películas más entretenidas del año hasta la fecha. Gosling y Crowe tienen una química en pantalla que no veía desde la trilogía de Cornetto de Wright (Simon Pegg y Nick Frost), y no me molestaría volver a verlos meterse en más líos.
