Por Perla Almenas para Movie Network
El pasado miércoles, 20 de junio la plataforma de streaming Hulu lanzó el décimo episodio de la segunda temporada de The Handmaid’s Tale.
Para comenzar, vimos la primera ceremonia de Emily tras regresar de las colonias. Su commander se desmaya al finalizar la ceremonia y muere, pero no sin antes recibir unas patadas meritorias por parte de Emily, quien no hizo nada por ayudarlo. Emily, Janine y June se encuentran en el supermercado, y June les informa que Moira logró escapar de Gilead y que se encuentra bien en Canadá, dándole esperanzas a todas de que es posible salir. De igual manera, se debe considerar que Moira no escapó mientras era una handmaid, lo hizo cuando era una prostituta de Jezebel’s.
Más adelante, June comienza a presentar contracciones y se dan inicios a los rituales o ceremonias de parto. Las handmaids preparaban a June y las esposas a Serena, que practicaba ejercicios de respiración como si fuese ella la que va a dar a luz. Mientras que Fred Waterford, charlaba y se distraía con los demás comandantes. No obstante, las contracciones resultaron ser falsa alarma. Tras revisar a June, el médico determinó que el bebé no vendrá aun en las próximas semanas. Serena quiere inducir el parto, pero al ser de alto riesgo, habría que esperar un mínimo dos semanas antes de intentarlo. June se mostraba contenta al ver que permanecerá con la criatura en su vientre algunas semanas más. Esto enfureció a Serena aún más, y le informó a June que será transferida a otro distrito inmediatamente después del parto. Al escuchar esto, June recurre a Fred para que la ayude a ser trasladada al distrito donde se encuentra viviendo su hija Hannah, pero Waterford se ofende tal pedido. No solo la acusó de estar consentida, sino que la sacó a gritos de su oficina. Waterford se presenta con carácter más volátil después del atentado provocado por las handmaids y dirigido a los commanders. También, lo vimos castigar físicamente a Serena por meterse en su trabajo mientras él estaba en el hospital.
Fred ya está aburrido de June, pues ya no obtiene ningún beneficio sexual de ella como solía ocurrir, y junto a Serena decide inducir el parto naturalmente mediante una última violación sexual acompañada de versículos de la Biblia. Los gritos y patadas de June, no detuvieron al par de cometer el acto, mucho menos las advertencias de Aunt Lydia y el médico. Serena utilizó la “ceremonia” no solo para acelerar el momento del parto, sino también para castigar a June. En este episodio se confirma que Serena no es una víctima, sino una villana, cómplice de Fred y de la sociedad de Gilead.
Por otro lado, Nick sorprendió a su esposa Eden besando a uno de los guardias de los Waterford. Eden le reclama a Nick por su indiferencia y lo acusa de estar interesado en June y no en ella. Nick lo niega, pero le confirma sus sospechas a Eden, que en efecto el no la ama.
Luego, Fred, a escondidas de Serena, envía a June con Nick a ver a su hija Hannah, que ahora va por el nombre de Agnes. El emotivo encuentro entre madre e hija dura apenas unos minutos. June le promete que hará lo posible por verla una vez más, seguido de la segunda dolorosa separación entre ellas causada por las leyes de Gilead. Fred, contrario a Serena (que es muy consistente), se contradice en sus acciones, unas veces buenas y otras malas.
Finalmente, Nick y June casi son descubiertos por otros guardias en la casa donde se encontraron con Hannah. Nick se ocupó de que no vieran a June y logró protegerla. Sin embargo, él es secuestrado, y June se queda sola en una casa deshabitada en el medio de la nada. Esto podría indicar que Serena se enterará que June vio a Hannah y de la traición de Fred al permitir esto. Es posible que June comience a presentar contracciones nuevamente en el próximo episodio mientras se encuentra sola en dicha casa o quizá esta es su última oportunidad de escapar.
El miércoles 27 estará disponible el undécimo episodio de la temporada, restando dos episodios para su final.