La nueva versión “live action” cuenta con nuevas canciones escritas por Lin-Manuel Miranda.

Lo menos que pensé es que el nuevo “remake” de “The Little Mermaid” me diera un buen romance en el cine. La química de los dos protagonistas de este “live action”, dirigido por Rob Marshall,  es encantadora, al nivel de representar la magia de Disney y la química de las buenas películas románticas. No obstante esto no necesariamente es suficiente para justificar esta nueva versión del clásico animado de 1989.

Adaptada del cuento de hadas de Hans Cristian Anderson, esta nueva versión nos traslada la historia a una tierra más caribeña, sensación que como puertorriqueño sentí bien agradable. Halle Bailey y Jonah Hauer-King hacen que el romance de Ariel y Eric en The Little Mermaid sea muy cautivador. Tanto así, que supera la extraña dirección visual de un protector de pantalla y un vídeo musical que adorna este “live action”. En general, la película está “ok”, algo que puede sonar para muchos como una palabra de “desastre”, “horrible”, y que en realidad es sinónimo de “bien”, “pasable” o “se deja ver”. 

Halle Bailey, ganadora de cinco premios Grammy, es encantadora y brilla de gran manera gracias a su talento de cantante y a una satisfactoria representación de la sirenita Ariel. Su voz es tan importante para la trama; es el canto de sirena y símbolo que acompaña la inocencia que distingue la popular princesa de Disney. Bailey representa al pie de la letra un  “fish out of the bowl” cuando su personaje se  expone fuera de su hábitat: el mar. Una decisión motivada por su anhelo de tener piernas y su pronta atracción al príncipe Eric, interpretado de manera vivaz por Hauer-King. 

Halle Bailey y Jonah Hauer-King son cautivadores en este nuevo live action de Disney (Suministrada).

La historia de Eric en esta nueva versión está más expandida que su versión animada, incluso un momento musical se le otorgó a Hauer-King para justificar su desarrollo. Esta nueva canción, junto a otras dos más, son escritas por Lin-Manuel Miranda y compuesta por el gran Alan Menken, compositor de la banda sonora original de la versión de 1989. No obstante, a pesar de justificar varias adiciones a la trama, el largometraje termina siendo muy extenso. 2 horas con 15 minutos, casi 52 minutos adicionales a la versión animada. Si me hicieran tomar la tijera de editor y reducir su tiempo, estaría eliminando varias de sus canciones nuevas. ¡En particular una al final! 

La primera hora es extensa, es una hora que trata de adaptarnos a los cambios de animación a “live action”, pero mi ojo se tomó mucho tiempo en asimilar estos visuales debajo del mar, incluso estuve mucho tiempo pensando si era un “screen saver” lo que estaba viendo. Tome esa observación como positiva o negativa, si les puedo garantizar que el trailer no le hace justicia a los efectos especiales y que en el cine se ven mejor, no extraordinario, pero mucho mejor.

Jonah Hauer-King como el principe Eric en The Little Mermaid. (Suministrada)

Pero luego de esta hora extensa “under the sea”, y una transición memorable de una gran villana como Úrsula, interpretada por la gran Melissa McCarthy, la película coge un rumbo más vivo y movido, sostenido por una química romántica entre sus dos estrellas principales. Claro, motivado por unos encantadores amigos de Ariel, en particular el cangrejo Sebastian (voz por Daveed Diggs). ¡El amor en la segunda parte es la orden del día!, uno bien romántico y mágico para los estándares de Disney. 

Desde que Avatar 2 se estrenó, es muy difícil ver un “under the sea” sin encontrar sus fallas. Además de estos momentos nebulosos con el CGI, tristemente lo que no funciona son las nuevas canciones, en particular una titulada “The Scuttlebutt”.  Miranda será reconocido como un buen escritor de canciones y muy recordado por grandes obras de Broadway como Hamilton, pero hay momentos en que su toque no necesariamente encaja con todas las propuestas de Disney. Este largometraje no tiene la intención, ni la necesidad y menos una justificación de sostener este “rap”, que puede ser fácilmente desechado, con escenas y todo, para el beneficio del “runtime”. Ahorrando tiempo y quizás moviendo la película a un mejor ritmo. ¡Ni la cómica Awkwafina como la voz de Scuttle puede salvar esa canción!

Halle Bailey como Ariel. (Suministrada).

En términos generales, la película es un OK, y uno de esos que correctamente se definen como bien y pasable, de aquellos que sales de una película y simplemente dices: Está Ok. La volvería a ver por el romance de Ariel y Eric, ya que ambos actores y la dirección de sus escenas está enfocada para venderte un romance Disney. En este aspecto, felicito a Rob Marshalls por siempre ser un buen director de actores, pero no necesariamente su propuesta es bien recibida en otros aspectos de la película, resultando en una pobre dirección. 

Es una buena película para toda la familia, pero mi recomendación a los padres es encender su mente con cafeína, porque la primera hora es algo agotador e incluso si estuviera en mi televisor, se sentiría como un screensaver, un comercial e incluso un video musical de fondo. Sensación que invita a uno a pausar y hacer otras tareas mientras corre la película. Fuera de eso, denle una oportunidad a la química del elenco, a quienes le deseo un mayor éxito en futuros proyectos que sean mejores dirigidos que The Little Mermaid. 

The Little Mermaid estrena el jueves, 25 de mayo en cines de Puerto Rico.