Entras a este nuevo restaurante sin ninguna expectativa y tomas asiento, pides tu carne en término medio pero al parecer no sabías que todo lo que servían en este lugar era crudo. A muchos no les importaría comerlo así, sin embargo, otros se pararían y se marcharían siendo insultados. En lo personal, no soy fan de la comida cruda, pero amo las películas crudas, sin filtro, crueles, que contengan sátira; Triangle of Sadness fue toda una experiencia. Me encantó entrar a la sala de cine y toparme con una épica obra de arte.
Escrita y dirigida por Ruben Östlund, Triangle of Sadness se llevó la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Durando dos horas y media, la cinta está compuesta por tres partes: la primera parte nos presenta a Carl y Yaya, una pareja de modelos moderna. La segunda parte se enfoca en un yate de lujo, donde gracias a que Yaya (Charlbi Dean) quien es una Influencer, obtiene una invitación junto a su pareja Carl (Harris Dickinson) al yate con todo pago. Alguno de los integrantes de este viaje de personas adineradas son el autoproclamado rey de los fertilizantes (o excremento) en Rusia (Zlatko Burić), una pareja tierna de ancianos que su fortuna es gracias a la fabricación de granadas de mano, una víctima de derrame cerebral la cual solo sabe decir una oración (Iris Berben) y el capitán alcohólico y un poco harto de la sociedad, Thomas Smith (Woody Harrelson). La tercera parte de la cinta se centra en una isla la cual no mencionaré nada para no dar spoilers.
En cierto punto crees que verás una película romántica, pero la idea se desvanece mientras pasas a la segunda parte y descubres cuál es el tema principal: el disgusto por la gente adinerada sin escrúpulos y la codicia. La cinta está llena de metáforas sobre el abuso y la explotación de la gente adinerada y poderosa con la clase media y pobre. Además, incluye críticas a temas de nuestra sociedad actual y cómo la hipocresía va de la mano. Si eres de las personas que disfrutan del humor negro y el sarcasmo, encontraras temas relacionados a la historia y sus conspiraciones, el poder, política y el feminismo.
Algo que siempre me ha encantado es cuando en algún momento de la producción, menciona su título. Al comienzo de la cinta un buscador de talentos le dice el título de la película directamente a Carl ’Triangle of Sadness’ lo cual significa el espacio entre las cejas donde hay arrugas.
El conjunto de la dirección y el libreto de Östlund, con los actores y la cinematografía de Fredrik Wenzel, hizo de esta una pieza cinematográfica placentera. Toda la cinta es un espectáculo visual (a veces demasiado diría yo); el toque de la fotografía de Wenzel es tan elegante y sutil que va de la mano con la película. El libreto de Östlund es tremendo. Incluye bastantes críticas a la alta sociedad, lo cual se ha normalizado y al escucharlos en la pantalla grande entiendes aún más lo necios que son. El elenco de esta cinta es magnífico. Aun no puedo escoger qué actuación fue mi favorita ya que cada actor brindó su toque sustancial a la película. Debo resaltar que cada personaje me sacó una risa o una carcajada en esas dos horas y media.
Lo que comienza mostrándote a los modelos como si fuesen marionetas de la sociedad o de la gente adinerada, se transforma a mitad de película en un madhouse intenso en el cual las risas serán desenfrenadas. Definitivamente TRIANGLE OF SADNESS es una muy buena cinta para pasar un rato fenomenal. La película se presentó en el Festival de Cine Europeo 2022 en Puerto Rico. Actualmente, la cinta se encuentra en la cartelera de Fine Arts.