En esto fallan hasta los mejores, y tuvo que venir Patty Jenkins a enseñarnos como se hace. Tradicionalmente, el interés amoroso funciona como una herramienta del guion para motivar el protagonista, que simplemente se vea bonita o bonito. En Wonder Woman, la motivación de Diana fue cumplir con la misión de su pueblo. Steve Trevor estuvo como apoyo de principio a fin. Primero explicándole sobre la guerra, luego ayudándola a llegar donde la necesitaban y eventualmente uniéndose a su causa.
Mientras tanto, otros filmes del genero deprecian tanto los intereses amorosos que apenas los usan (Amy Adams en Batman v Superman) o eventualmente los eliminan por completo (Natalie Porman en Thor, Gwyneth Paltrow en Iron Man). Si no es que cambian el actor (Katie Holmes en La trilogía Dark Knight) sin afectar el producto pues la audiencia apenas les había tenido apego.
En Wonder Woman, el resultado de presentarlos como equipo fue una relación orgánica entre iguales donde el romance se sintió natural al ver como la naturaleza de Diana fue convenciendo a Steve del valor de la humanidad.
Esto permitió que los momentos finales entre ellos fueran más impactantes, al combatir lado a lado, respetándose mutuamente, con el sacrificio de Steve como resultado de la fuerte inspiración de Diana.
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