Casi 40 años después del estreno de la primera película, es seguro sugerir que Alien: Covenant es lo más cerca que Ridley Scott ha estado de las raíces de esta franquicia, pero también lo más lejos. Aunque trae a bordo un elenco nuevo, con excepción del alemán, Michael Fassbender, la secuela directa de Prometheus no es exactamente el retorno al horror que la publicidad se ha encargado de vender, pero tampoco es el completo opuesto.
Para citar a un colega del ámbito del cine, la película representa el matrimonio entre la contenida historia de terror en el espacio y las exploraciones filosóficas que nacieron con Prometheus, el regreso de Scott a la franquicia luego de varias décadas. Este matrimonio, sin embargo, es específico de la dualidad de tonos que trabaja la película. Cuando no acoge el eslogan original de “en el espacio nadie te puede oír gritar”, Alien: Covenant re-concibe algunas de las preguntas que nacieron en Prometheus, y adelanta a la audiencia a paso sosegado a una respuesta que parece no estar clara para el hombre que la propuso inicialmente.
Diez años después de los eventos de Prometheus, la nave colonizadora, Covenant, se dirige hacia el planeta ORIGAE-6 cuando un mal funcionamiento levanta a la tripulación del sueño criogénico años antes de lo programado. Tras el accidente que deja a la nave sin un capitán, la tripulación y su androide, Walter, logran descifrar un misterioso mensaje de un emisor aún más tenebroso. Pata su sorpresa, el mensaje proviene de un planeta desconocido mejor condicionado para colonizar. Para el beneficio de la historia y los fanáticos de la violencia que imperó en la primera película, el planeta es el hogar de una nave de Ingenieros. Por consiguiente, también es el hogar de una despiadada especial extraterrestre que caza a la tripulación uno a uno.En ocasiones, Alien: Covenant es la secuela directa de Alien que los fanáticos del terror y la ciencia ficción han esperado por décadas. Intercambios entre la tripulación del Covenant son casi un viaje en el tiempo a la primera película. El humor y el compañerismo están presentes, al igual que las cortas riñas entre compañeros de trabajo en altos niveles de estrés. Estéticamente, también es lo más cerca que la franquicia ha estado de emular algunas de las secuencias más memorables de la primera entrada. Las tomas de pasillos largos y hasta el regreso del sistema operativo, MOTHER, son referencias directas a una de las propuestas más influyentes del cine. También hace su regreso triunfal el famoso Xenomorph, pero el espécimen perfecto no es el problema más grande que enfrenta la tripulación de la nave Covenant.
En el segundo acto, la película revisita los elementos filosóficos de Prometheus, pero abandona la búsqueda del creador. En su lugar, explora la relación entre creador y creación que historias como Frankenstein de Mary Shelley han trabajado desde el siglo 19. Como la figura del creador, la película trae de vuelta uno de los pocos elementos que funcionó en Prometheus, lo que también representa un enorme reto para el actor que lo interpreta.A la vez, la película hace todo lo posible por presentarnos a Daniel (Katherine Waterston), como la nueva Ellen Ripley (Sigourney Weaver). El problema es que al desviarse del terror, la heroína pocas veces corre un verdadero peligro, con la excepción de una emocionante secuencia final, en la que se enfrenta cara a cara al clásico Xenomorph. Juzgando por la publicidad de la película, compuesta de pietaje mayormente ausente de la película, es posible que en una versión inicial, Daniels haya recibido el desarrollo necesario para elevarla a los niveles de Ripley. Después de todo, Waterston (Fantastic Beasts and Where to Find Them) es una de las nuevas actrices más prometedoras del momento, y la franquicia Alien, el perfecto canvas para destacar su increíble alcance, expuesto ya para un público limitado en la excelente Inherent Vice.
Alien: Covenant no es exactamente lo que se había anticipado, pero esto no significa que sea una total decepción. Rastros de genialidad pueden ser identificados a lo largo de la película. La mayoría, residuos y recuerdos de quien una vez fue un pionero del cine de ciencia ficción. Aunque recientes declaraciones parecen alejarnos cada vez más de una propuesta de Alien del director Neill Blomkamp (District 9), Covenant podría muy bien ser la segunda pieza que evidencia que tal vez ya es hora de pasar la batuta.