El director, Fernando González Molina, conocido por las películas 3 METROS SOBRE EL CIELO y TENGO GANAS DE TI, se ha encargado de dar vida cinematográfica a la novela de la escritora, Luz Gabás. PALMERAS EN LA NIEVE nos traslada al año 1953 contándonos la historia de Kilian (Mario Casas) y Jacobo (Alain Hernández), dos hermanos que viajan desde los Pirineos de Huesca hasta la colonia española de Fernando Poo, la antigua Guinea Española; en donde trabajan en una plantación de cacao. Durante su tiempo en la isla, Kilian se enamora de Bisilia (Berta Vázquez), una mujer nativa de los Bubi. Sin embargo, este es un amor que no debe tener futuro ya que viven un periodo de transición de las colonias a provincias hasta la independencia definitiva. La antigua Guinea Española es un territorio inestable debido a las dictaduras y falta de libertad.
Años después, el descubrimiento accidental de una carta olvidada, empuja a Clarence (Adriana Ugarte), sobrina de Kilian, a viajar desde Huesca a Bioko para desterrar un pasado que no es conocido. Con gran curiosidad y atrevimiento, Clarence llega a la isla y escarba una historia que cambiará su vida y la de todo el que esté envuelto. El guion de la película es abundante, ya que envuelve el castellano, aragonés benasqués, bubi y pichi. Inevitablemente, capturaron mi atención con la constante fusión entre los mencionados idiomas.
La manera en que el filme fue desarrollado logró mantenerme con los ojos pegados a la pantalla en todo momento. Desde el comienzo hasta el final, se ve la transición de ambos hermanos. Claro que Mario Casas siempre nos gusta, aquí interpreta a (Kilian) un personaje de gran pasión, bondad y persistencia. Sin embargo, hubiese esperado más carácter y acción durante el filme.
Los problemas políticos del momento se dejan notar de forma pronunciada según pasa la película. Estos se convierten en una polémica que no se puede pasar por desapercibido, pues varias de las escenas son impresionantes y me hicieron analizar y pensar en las injusticias que vivieron muchísimas de las personas envueltas.
González Molina me transportó a la antigua Guinea Española. Las localizaciones que utilizaron fueron perfectas para recrear la isla. En el interior de la selva se encontraban las aldeas de los nativos. Sin duda, estos se encargaron de darme una calurosa bienvenida con sus magníficos vestuarios y las exquisitas viviendas que ocupaban. El vestuario estuvo a cargo de Loles García Galeán quien también representó la moda de los 50s y 60s apropiadamente.
PALMERAS EN LA NIEVE se está proyectando en los cines de Fine Arts. Si eres aficionado del romance y la historia, esta película es para ti.