Damsel no logra evitar ser cliché

Me senté a ver la nueva entrega de fantasía de Netflix titulada Damsel (Damisela) sin mucha información acerca de ella en mi cabeza ya que entendía que su historia iba a ser relativamente simple. Considerando también que es protagonizada por Millie Bobby Brown (Stranger Things), esperaba que al menos estuviera llena de carisma y encanto, algo que la actriz usualmente proyecta muy bien.

Fue decepcionante el darme cuenta que no tan sólo no cumpliría con las más bajas de las expectativas, sino que también el equipo creativo desaprovecha todas las prometedoras oportunidades que tuvieron en sus manos.

Esta historia le da un giro a la trama clásica de la damisela atrapada en un castillo protegido por un dragón. Millie Bobby Brown interpreta a Elodie, una chica la cual piensa que lo ha conseguido todo cuando se casa con su príncipe azul pero esos sueños se deshacen cuando él y su familia la ofrecen como sacrificio a un dragón. Elodie debe escapar de la cueva en la que está atrapada y en la cual descubrirá un secreto más horrible que la criatura que la acecha. 

Cuando se explora una variación de una historia como esta el equipo creativo se enfrenta a la posibilidad de caer en un terreno feminista narrativo cliché que limita la cantidad de audiencia que se puedan interesar en la película. Este es un pecado que se comete en esta ocasión.

Millie Bobby Brown como Elodie en “Damsel” (suministrada)

Me dio lástima el ver a Millie Bobby Brown interpretando a una “Mary Sue”, nombre utilizado para definir a un personaje femenino que carece irrealmente de imperfecciones características. Por ejemplo, la historia nunca muestra que Elodie ha tenido algún tipo de entrenamiento en batalla pero por alguna razón obtiene las habilidades para enfrentarse a un dragón. Este hecho es aún más difícil de comprender cuando consideras que Brown es una de las productoras ejecutivas de la cinta y por lo tanto contaba con el poder creativo para evitar que esto ocurriera. 

Algo que la historia sí establece desde el principio es que no necesita de ninguna involucración masculina ya que la protagonista puede salvarse a sí misma de sus circunstancias. Esto puede ser cierto y me lo hubiese disfrutado si hubiese sido correctamente utilizado y no fuese tan obvio que era un punto que estaban tratando de probar.

Robin Wright como la Reina Isabelle y Milo Twomey como el Rey Roderick en “Damsel” (suministrada)

A mi me encantan las historias protagonizadas por chicas en donde se destaca su resiliente voluntad personal, siendo yo una de las aparentes pocas personas que les gustó la cinta de Marvel Studios, The Marvels. Pero al mismo tiempo hay que ser conscientes de que este tipo de proyectos están hechos para las masas y cuando parece ser que algún género, sea cual sea, no está invitado a la fiesta se reducen las probabilidades de éxito.

Lamentablemente, ni siquiera la contratación de las leyendas de Hollywood Robin Wright y Angela Bassett se puede salvar su historia pobremente desarrollada. Wright y Bassett son víctimas de un libreto vago el cual no les permite brillar. Al menos el departamento de atuendos, maquillaje y peinados no les falló.

Millie Bobby Brown como Elodie en “Damsel” (suministrada)

Los efectos especiales, el diseño físico del dragón y la confección de los sets son pocos de los elementos que resaltan positivamente y que pude disfrutar de Damsel. Aún así, como siempre digo y siempre diré: les invito a que vean la película y la juzguen por sí mismos. Tal vez terminarán pensando diferente a mi o tal vez descubrirán que están de acuerdo.

Damsel llegará a Netflix el viernes 8 de marzo.