Una vez más, Lilo & Stitch nos golpea justo en el corazón con un mensaje donde la familia y el estar presente para los nuestros, son los tesoros más grandes que tenemos.
Disney lo vuelve a hacer y nos entrega un hermoso live-action donde los adultos revivimos la nostalgia y los más pequeños conocen a uno de los personajes más entrañables creados por el estudio. Para quienes crecimos viendo Lilo & Stitch, esta nueva versión no es idéntica a la original. Algunos personajes, diálogos y escenas han cambiado, pero eso no afecta la esencia de la película. El mensaje, el tono cómico, los personajes principales y la historia mantienen su encanto, a pesar de los ajustes. Si vas a verla esperando algo exactamente idéntico a la original, quizás salgas un poco decepcionado.
Mi recomendación es que vayas con la mente abierta, pero sin perder la ilusión de ver a Stitch robarnos el corazón una vez más. Recuerda: a veces los cambios no son malos. De hecho, pueden ayudarnos a ver las cosas desde otra perspectiva… una que nos permita disfrutarlas de una forma distinta, y hasta más especial.
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Uno de los mensajes más poderosos que nos deja esta película es que ninguna familia es perfecta, y nos muestra la diversidad que encierra esa palabra. Nos recuerda que la familia no es solo la de sangre, sino también la que el corazón escoge. Por eso, en un mundo donde el término familia se ve constantemente amenazado por las expectativas de lo que se supone que debe ser, esta película infantil funciona y nos confronta con una realidad importante: lo común es subjetivo para cada individuo Además, uno de los mensajes ocultos —pero no tanto— es la importancia de la adopción de mascotas, y cómo un amigo de cuatro patas (o en este caso, seis) puede cambiarte la vida.
Stitch fue exactamente lo que esperábamos: con esa mezcla de maldad, comedia y ternura, se roba el show y nos deja satisfechos con el resultado. Pero si hablamos del elenco, un acierto perfecto de Disney fue elegir a Maia Kealoha como Lilo. En definitiva, ella nació para ser este personaje; su encanto, su autenticidad y su personalidad son justamente lo que deseábamos ver en la pantalla grande. Sin embargo, el personaje de Nani, aunque mantiene parte de su esencia, deja que desear en cuanto a fidelidad visual. Nos queda la impresión de que se pudo haber elegido a alguien que reflejara mejor la imagen y presencia de la caricatura original, algo clave para mantener la conexión emocional con los fans de siempre. A pesar de los cambios, el resto del elenco resulta ser una elección acertada y cumple con lo que la historia necesita.
En definitiva, debo concluir que Lilo & Stitch se convierte en uno de los mejores live-action de Disney, especialmente si lo comparamos con algunos de los intentos anteriores que no lograron conectar del todo. Esta película nos recuerda que no importa si es en animación o en acción real: hay familias rotas, pequeñas, imperfectas… pero que siguen siendo buenas. Porque en Hawái, en cualquier rincón del mundo, ʻohana significa familia, y la familia nunca te abandona… ni te olvida. Así que si alguna vez has sentido que no encajas, que tu familia es distinta o que necesitas una historia que te abrace el corazón, no te pierdas Lilo & Stitch. Este jueves, tienes una cita con la ternura, el caos y el verdadero significado de la familia. ¡Nos vemos en el cine!