Por: Elizabeth Gómez || Profesora de Humanidades
Ben Hur: Un cuento del Cristo en su versión fílmica del 1959 (la primera fue una película silente del 1925) es un drama histórico basado en la novela del escritor norteamericano, Lewis Wallace (1880). Está ambientada en Judea, territorio que perdió su independencia en el siglo primero antes de Cristo a manos del imperio romano para luego ser incorporado como provincia de Roma. El emperador del momento, Tiberio(14-37 e. C.) y Roma, dueña absoluta del mundo, gobierna con mano dura y firme sus extensos territorios. Aunque son tiempos de relativa paz, un legado que había dejado el emperador Augusto, no dejan de ser tiempos difíciles.
Los judíos, frente a la invasión de estos nuevos amos, anhelaban la llegada de un “Mesías” que les liberase del yugo romano. La incorporación de Judea como provincia de Roma, trajo para esa población muchos cambios en lo político, económico y social. Por ejemplo se redujo el territorio judío cultivable y el comercio se vio afectado, además los judíos tenían que pagar impuestos a Roma. Añádase a esto que Roma trastocó ciertas tradiciones religiosas del pueblo judío, algo intolerable para ellos, pueblo muy celoso de sus creencias y tradiciones. Todo esto agravó las condiciones de vida de los judíos, por lo cual años más tarde, del 66 al 70 , estalla la primera de tres revueltas de los judíos contra la opresión romana.
Aunque la historia de Ben Hur ocurre años antes de las mencionadas revueltas, son precisamente los choques entre las diferentes visiones de vida y mentalidades. Por un lado la del poderío de Roma , representada en la figura de Messala, y la visión del judío representada en Judá Ben Hur, los que darán lugar a una serie de eventos desastrosos para ambos jóvenes. Messala y Judá Ben Hur son los protagonistas principales. Estos son amigos de la infancia , pero Messala se va de Judea y regresa muchos años después convertido en tribuno, un cargo muy importante dentro del sistema romano. Como comandante de las milicias romanas ha llegado para poner orden en Judea. Judá Ben Hur es un joven aristócrata, muy rico y es respetado por su pueblo y como buen judío, celoso de sus tradiciones, en especial, de sus creencias religiosas.
En el primer encuentro, luego de tantos años, Messala expresa a Judá Ben Hur su creencia inquebrantable en Roma y el poder del imperio (algún parecido con Star Wars no es coincidencia). Ante la negativa de Judá de proveer nombre de revoltosos – Messala les llama traidores y Judá, patriotas- Messala rompe violentamente su amistad y le advierte que será destruido si se enfrenta al poderío de Roma. Casi un presagio las palabras de Messala, de aquí en adelante la vida de Judá es destruida por el poder del imperio (Messala). Es acusado falsamente de traidor a Roma y como consecuencia, los envían a las galeras. Su hermana y su madre, victimas también del odio de Messala, son metidas en un calabozo en el que contraerán lepra, una enfermedad considerada en aquellos días, como una maldición.
Judá Ben Hur sobrevive confiado en que Dios le dará algún día la oportunidad para vengarse. Luego de tres años en galeras romanas como remero, es enviado a la flota del Cónsul Quinto Ario (los cónsules eran magistrados de alto rango, comandantes de la milicia romana en campaña). En una batalla contra enemigos macedonios su galera es hundida y Judá Ben Hur, junto al Cónsul, caen al mar. Este, creyendo que ha sido derrotado intenta suicidarse, algo muy a tono con el código de honor de la milicia romana, pero Judá se lo impide. De aquí en adelante la vida comienza a favorecerle: el Cónsul ha sido victorioso y esto significó favores y la libertad para Judá . El Cónsul le adopta como hijo y Judá recupera su fortuna pero no se queda en Roma, pues su plan es ir a Judea para vengarse de Messala.
Las cosas ahora giran a favor de Judá, primero en una carrera de cuadrigas (este tipo de evento se hacía en lo que los romanos llamaban “circos”) en donde derrota a Messala y provoca su muerte, luego recupera a su familia . Pero el corazón del joven Ben Hur está aún lleno de rabia. Esther, joven enamorada de Judá, viendo que sigue aún atormentado , le habla de un rabino que sana y que tiene suaves palabras para el alma. Se dirigen a Jerusalén pero ya es muy tarde para que sane a su hermana y a su madre de la lepra, pues el joven rabino ha sido condenado a muerte. Es el mismo hombre que años antes mientras lo llevaban encadenado a las galeras, se compadeció de él dándole agua. Solo que ahora Judá no lleva cadenas, está libre y el joven rabino está clavado en una cruz. A los pies del nazareno, Juda Ben Hur, siente que se ha librado del odio y de la rabia. Después de todo, el subtítulo de esta historia es: Una cuento de Cristo. Creyentes o no, Jesús (Yeshua sería su nombre en hebreo), figura histórica o no, es el hilo conductor del peregrinar de Judá Ben Hur.