5. Minari (USA)
Steven Yeun y Han Ye-ri lideran esta inspiradora historia semi biográfica del director y guionista estadounidense, Lee Isaac Chung, sobre una familia de inmigrantes de Corea del Sur que llegan a los Estados Unidos en busca del Sueño Americano en la década de los ochenta. Mediante dos de las mejores actuaciones del año y una hermosa fotografía, Chung cuenta una historia universal de asimilación que resonará con miles de familias de diferentes culturas. Las mismas familias que se embarcan en la búsqueda de una estabilidad económica que pudiese redundar en una mejor vida para sus hijos.
Estará disponible en cines en febrero.
4. A Sun (Taiwan)
Este tesoro, el cual se esconde desde principios del año 2020 en el extenso catálogo de Netflix, examina el suicidio, la pérdida y el drama familiar sin sumergirse en el melodrama. En sus dos horas y media de duración, esta cinta taiwanesa sigue a una familia que debe levantarse una y otra vez a consecuencia de las decisiones de sus hijos, dos polos opuestos. Exenta casi por completo de sentimentalismo forzado, “A Sun” deja que sean las líneas de diálogo honestas y las acciones en pantalla lo que cuente esta épica dramática que se extiende a través de los años de una familia fracturada por las distintas circunstancias.
Disponible en Netflix.
3. Nomadland (USA)
Cuesta creer que la misma persona que tendrá la tarea de introducir a los Eternals en el Universo Cinematográfico de Marvel es la misma que durante los próximos meses sonará fuerte en la conversación de los Oscar, en especial en esas categorías principales de Dirección y Mejor Película, siempre elusivas para mujeres y otras minorías. Su nombre es Chloé Zhao, directora china que este año completa lo que bien podría pasar como una trilogía extraoficial sobre el Oeste Americano. Frances McDormand regresa a la carga con otro rol que le permite sumergirse en la melancolía que ha perfeccionado a través de los años. Aquí, como una viuda llamada Fern que un día se levanta y decide convertirse en nómada, la veterana actriz ofrece destellos de optimismo y esperanza, aún cuando la directora -adaptando la novela homónima de la autora Jessica Bruder- se esfuerza por presentar las dificultades de un estilo de vida migratorio.
Estará disponible en cines en febrero.
2. Ema (Chile)
Dos excelentes actuaciones y una electrizante dirección no evitan que “Ema”, del chileno Pablo Larraín (Jackie) sea una película increíblemente difícil de digerir. Con su más reciente propuesta provocadora, Larraín explora la complicada emancipación de las más comunes convenciones sociales como las relaciones y estructuras familiares a través de Ema, una bailarina de reggaetón que se mueve al ritmo de sus traumas y un deseo de ser libre. En un mundo ideal, la actriz Mariana Di Girólamo estaría entre las favoritas para el Oscar de Mejor Actriz en 2021.
1. Ya No Estoy Aquí (México)
Para Ulises, el líder de una pandilla que se hace llamar los Terkos, su llegada urgente a los Estados Unidos es un doble sacrificio. Por una parte, debe alejarse de su familia para protegerlos de la criminalidad rampante de Monterrey. Por otra parte, se ve forzado a decirle adiós a una subcultura de baile con elementos marcados de Colombia y una inclinación por la cumbia. Viviendo indocumentado en los Estados Unidos, seguimos a Ulises mientras forcejea con la transculturación, la barrera del lenguaje y los interminables obstáculos que se presentan con ser inmigrante. El director Fernando Fría de la Parra se acerca a estos temas con respeto y honestidad en lugar de sensacionalismo. Junto a un impresionante debut de Juan Daniel García Treviño como Ulises, Frías de la Parra ha confeccionado la mejor película del 2020.
Disponible en Netflix.