La historia del “underdog” siempre ha sido una imposible de resistir. “Hustlers”, la nueva película de la directora Lorene Scafaria (The Meddler), no es la excepción.
Basada en el artículo que publicó el New York Magazine en el 2015, titulado “The Hustlers at Scores” y escrito por Jessica Pressley, “Hustlers” relata la historia de un grupo de bailarinas exóticas que, durante varios años, se aprovecharon de algunos de sus clientes más adinerados de Wall Street, drogándolos y utilizando sus tarjetas de crédito hasta dejarlos en la ruina y sin un solo recuerdo de cómo ocurrió. Por sus crímenes, el grupo de “strippers” pagó el precio, y de cierto modo, todavía continúan pagándolo.
Esta, sin embargo, es la historia del lado humano de estas criminales; y es una que sabe mantenerse del lado correcto, sin hacer el intento de justificar sus acciones o solicitar a la audiencia a sentir lástima. “Hustlers”, en esencia, es la historia de una amistad que nació de la necesidad, se fortaleció en una mutua ira hacia las injusticias del sexo y llegó a su punto más alto en la elaboración y ejecución de un esquema criminal que las vio caer tan rápido cómo ascendieron.
Si “Magic Mike” ofreció un vistazo a la industria de los bailarines exóticos, “Hustlers” es sobre los lazos de amistad que se forjan en una industria en que las mujeres deben protegerse unas a otras. La propuesta de Lorene Scafaria, quien también escribió el libreto, cae en las manos aptas de una cineasta que no busca resaltar las vidas glamorosas de un grupo de criminales sin antes haberse sumergido en sus inseguridades, vulnerabilidades y necesidades financieras. De esta manera, Scafaria se asegura de nunca cruzar esa línea que la separa de la enaltecer el acto criminal, optando por mostrar las circunstancias que llevaron a estar mujeres a cometer los delitos.
Si la cinta logra presentar a estas mujeres como personajes por los que se puede sentir empatía, es en gran parte gracias a un elenco liderado por una extraordinaria Jennifer López en su mejor trabajo en años. López, a sus 50 años, renueva su imagen en el cine como Ramona, la mentora de Destiny (Constance Wu), narradora de esta historia de amistad, traición y empoderamiento. Ramona es el cerebro de la operación cuyas inclinaciones maternales se hacen evidentes desde el momento en que acoge a Destiny (literalmente) en su falda durante su primer día. Acto seguido, Destiny observa a Ramona dominar el tubo en una clase improvisada en que la mentora intenta elevar la seguridad y autoestima de la nueva chica, quien una y otra vez repite que su única meta es poder cuidar de su abuela y no depender de ningún hombre.
En este mundo, los hombres son reducidos a patanes inseguros con tendencias violentas o novios celosos que se aparecen en el club en medio del turno de sus novios en otro intento fallido de removerlas de esa línea de trabajo. Este acercamiento es clave a la hora de crear una conexión entre las mujeres y la audiencia. ¿Es este un crimen sin víctima? Según Ramona sí, pero Scafaria hace todo lo posible, y también necesario, para dejar claro que estas mujeres cometieron un crimen, y que fueron ajusticiadas por ello. La proporcionalidad de la sentencia con el delito es un tema que también depende de su percepción de las acciones de estas mujeres, y por supuesto, a quienes afectaron.
Es solo apto que Scafaria, una mujer que también ha tenido que hacer su propio “hustle” en Hollywood, sea quien lleve este relato con moraleja a la pantalla grande. En otra manos, fácilmente pudimos haber terminado con una película en que las protagonistas, quienes protagonizan una versión moderna de Robin Hood, habrían carecido de algún rastro de humanidad. Con Scafaria en el timón, la historia adquiere una dimensión necesaria para entender el proceso de un grupo de mujeres que hizo todo lo posible -con las herramientas provistas en el momento- para moverse hacia adelante en un mundo controlado por hombres, su violencia y sus tarjetas de crédito.
“Hustlers” tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto y llegarás a cines de Puerto Rico a partir de 12 de septiembre.