En un mundo donde la animación de la mayoría de las cintas animadas que llegan a las salas de cine comercial ha perdido personalidad, es refrescante ver películas como “The Bad Guys”, obra prima del cineasta francés Pierre Perifel. Con esta propuesta, Dreamworks apuesta a una animación diferente, con toques del estilo europeo, o incluso de anime, y acierta, en una puesta que entretiene de principio a fin.
La historia de “The Bad Guys” sigue a un grupo de rufianes que aterrorizan la ciudad donde viven (basada en Los Ángeles) con sus robos. Cuando Wolf, el líder de la ganga, ve en televisión a la Gobernadora de la ciudad hablar de ellos como si no fueran una amenaza, le surge la idea de hacer el trabajo más grande de sus carreras hasta el momento: robar el premio que la misma Gobernadora le iba a estar entregando al Profesor Rupert Marmalade IV, un científico filántropo de la ciudad. La ganga es atrapada durante este robo, pero antes de que la policía se los llevara a la cárcel, Marmalade tiene la idea de un experimento que puede hacer con ellos: cuidar de Wolf y sus amigos por un año, con el fin de convertirlos en buenos ciudadanos.
El elenco de voces de la película está compuesto por un gran conjunto de actores, entre ellos Sam Rockwell, Zazie Beetz, Marc Maron, Anthony Ramos y Awkwafina. Las actuaciones son fenomenales, y no se espera menos de un grupo de actores como estos. Parte de lo que hace las actuaciones tan buenas en “The Bad Guys” se debe a cómo las personalidades de los personajes van mano a mano con la de los actores que los interpretan. Muchas veces esto no funciona en cintas animadas, ya que estás consciente todo el tiempo de la voz detrás del personaje, pero en “The Bad Guys” esto funciona a la perfección, en parte debido al guion del filme, y a cuanta personalidad le da lo escrito a estos personajes.
La dirección de Pierre Perifel, siendo esta su primera cinta, también es parte de lo que hace de esta película una muy divertida. El cineasta tenía una misión de rendirle tributo a los filmes de robo de los 70s, 80s y 90s, y lo logra, haciendo de esta un tributo a las películas de Quentin Tarantino, Guy Ritchie, y otros más, algo que quizás la audiencia jóven no capte, pero que ciertamente los cinéfilos de mayor edad se llevarán.
El guion, escrito por Etam Cohen, está basado en el libro de niños del mismo nombre escrito por Aaron Blabey. Aunque el guion toma el libro como base, Cohen tomó varias libertades creativos a la hora de hacer esta adaptación, como por ejemplo, darnos un tipo de preludio, y de contexto a estos personajes, ya que, según dijo el director en conferencia de prensa, el libro comienza cuando Marmalade se lleva a la pandilla para tratar de hacerlos “buenos”, algo que ocurre como a los 25 minutos de la cinta. Esto es algo que el guion trabaja mejor que la historia original, porque nos permite conocer un poco más de estos personajes antes de lanzarnos al conflicto principal de la cinta. Se podría decir que el fallo más grande del guion, y de la cinta, es como a veces echa a un lado a algunos de los personajes que forman parte del grupo, haciendo que estos se queden sin mucho desarrollo.
“The Bad Guys” claramente no es una película de Pixar, o del Studio Ghibli, y no tiene la complejidad y la profundidad de las obras de estos estudios, pero no tiene que serlo. Con un fenomenal elenco, una buena dirección, y un carismático elenco de personajes, el filme entretiene de principio a fin, y a veces, eso es lo que uno busca en una cinta animada.
The Bad Guys está disponible desde hoy en las salas de cine.