Marionetas hablan malo, usan drogas y hasta tienen sexo en The Happytime Murders, el debut como director de Brian Henson, hijo del creador de los Muppets, que en paz descanse.
Jim Henson, director de películas como Labyrinth, creador de los Muppets y procreador de Brian Henson, actualmente se revuelca en su tumba, pero será tu trabajo descifrar si lo hace de la risa o de incomodidad por lo que su hijo ha creado con The Happytime Murders, una película atrevida y chabacana que utiliza cada segundo de sus 91 minutos de duración para impactar, ofender y de paso hacer reír. Esta última, por supuesto, dependerá de tu nivel de tolerancia al tipo de humor que está confeccionado para conmocionar o perturbar a la audiencia. Autores como Trey Parker y Seth MacFarlane lo han hecho durante años en la televisión y en el cine con películas como South Park: Longer, Bigger and Uncut y Team America: World Police. El problema más grande de Henson es que puede que haya llegado a la fiesta una década tarde.
The Happytime Murders presenta un mundo en el que humanos y marionetas viven en supuesta armonía. En un momentáneo comentario con relevancia a la situación actual, la película representa a las marionetas como las nuevas minorías: acosadas en las calles por la policía, forzadas a hacer el trabajo sucio y humilladas en las calles por niños y miembros de la clase alta. La realidad es que en este mundo no existe tal cosa como una pacífica convivencia entre humanos y marionetas, cuyo único miembro de la policía en la historia reciente fue removido y desacreditado para siempre por no ser capaz de disparar a otra marioneta en un momento de vida o muerte. Ahora, convertido en un detective privado con preferencia por clientas solteras y con gran apetito sexual, el ex-agente Phil Phillips (Bill Barretta) debe reconciliarse con su antigua compañera, Connie Edwards (Melissa McCarthy), para atrapar a un asesino en serie de marionetas que anda acechando a los miembros del elenco de un viejo programada llamado The Happytime Gang.
Se trata de la típica premisa de un “buddy cop” en la vena de comedias como The Heat, 21 Jump Street y Tango & Cash. Una de esas también es protagonizada por Melissa McCarthy, pero no diremos cuál. La mayor diferencia entre esta y las anteriormente mencionadas viene cortesía del tono y los personajes de felpa y algodón. Confía en que estos no son los “puppets” con los que creciste, o con los que te gustaría crecieran tus hijos, pues más tienen en común con… nosotros… que con Kermit the Frog de los Muppets o cualquiera de los personajes de Plaza Sésamo, con excepción del Conde, claro está. Ese tipo siempre fue una mala influencia.
Fuera de sus aciertos y tropiezos, la película abre el foro para una importante conversación que inició con la controversia que rodea el caso de James Gunn, director de Guardians of the Galaxy, quien fue despedido tras la reaparición de chistes inapropiados en la red social Twitter. ¿Existen tales cosas como cruzar la línea o temas que no se deben tocar con el fin de hacer reír? The Happytime Murders nunca llega a esos extremos, y tal vez este sea su mayor desacierto, pero su estreno coincide con un polarizador debate; uno del que posiblemente no pueda escapar.