Luego de dominar la taquilla en los 90’s y principio del milenio, las comedias románticas han cedido terreno a otros géneros, como los superhéroes y el horror. Después de todo, no puedes hacer franquicias y universos compartidos de tener Insomnio en Seattle o vivir en Notting Hill. Pero, a veces no se trata de reinventar la rueda, sino ponerle aros bonitos. Y caros.
Para eso llega Crazy Rich Asians, basada en el libro homónimo de Kevin Kwan. No solo para hacer historia siendo la primera película estadounidense con un elenco completamente asiático en décadas, sino para hacernos reír un rato mientras apoyamos un amor contra todo reto.
Rachel Wu (Constance Wu, de Fresh off the Boat) es la profesora de economía más joven de la universidad de Nueva York. Chispeante, simpática e inteligente, Rachel es el estándar clásico del sueño americano: hija de una inmigrante china, Rachel superó su origen humilde gracias al poderoso esfuerzo de su madre. Para completar el cuadro, su novio Nick Young (Henry Golding) es casi perfecto y la trata como reina. La relación va tan bien que Henry la invita a viajar con él a su natal Singapur para participar de la boda de su mejor amigo…y, oh oh, conocer su familia.