Comenzaré esta reseña contestando la pregunta que llega inmediatamente a la mente de las audiencias cuando Hollywood produce remakes (recreaciones) de películas que se han vuelto icónicas: ¿Acaso es tan buena como la original? Pues mi respuesta es: no estás haciendo la pregunta correcta. La reciente entrega de Paramount Pictures basada en el exitoso musical de Broadway, Mean Girls, funciona como un excelente reflejo de la vida juvenil en la secundaria que al mismo tiempo es consciente de sí mismo. El elemento musical que se le añade a esta versión de la historia de igual forma le añade una capa de melodrama, algo que está muy presente en la etapa de la adolescencia.

Para aquellos que no están familiarizados, este relato sigue a Cady Heron, una chica que está comenzando la secundaria en una nueva escuela. Allí, con deseos de encontrar un grupo de estudiantes en el que se pueda apoyar para sobrevivir esta experiencia, Cady descubre a las “Plásticas”, las chicas más temibles y populares entre todas. Cady también conoce al chico Aaron Samuels, por quien rápidamente desarrolla un crush. El único problema es que Aaron es la ex-pareja de Regina George, la intimidante líder de las “Plásticas” y rival de Cady.

Las secuencias musicales de Mean Girls son excelentes. Algunas de ellas incluso son muy divertidas, graciosas e inteligentemente hechas para la audiencia juvenil de hoy en día. A los que utilizan TikTok, les aconsejo que se preparen para la avalancha de contenido que se producirá con las canciones y bailes de la película por influencers o fanáticos de la misma ya que prácticamente fueron hechas para esa plataforma. Personalmente, mi favorita de ellas tiene que ser la canción interpretada por Renee Rapp, actriz que hace el papel de Regina, titulada “Someone Gets Hurt (Alguien Sale Herido)”. La coreografía, vestuarios e iluminación se destacan muy bien durante esta parte de la cinta. 

Jaquel Spivey, Angourie Rice y Aui’li Cravalho en “Mean Girls” (suministrada)

De hecho, un aspecto técnico de este proyecto que me encantó fue cómo en ocasiones jugaban con los movimientos de cámara y trucos de luz para hacer que varias de las escenas parecieran parte de una obra de teatro. Idea que, si provino de los directores Samantha Jayne y Arturo Perez Jr., fue muy astuta de su parte ya que esos momentos me dieron ganas de ver la obra de Broadway.

Las actuaciones de este elenco satisfacen pero tan sólo dos de ellas diría que se podrían convertir tan icónicas como las de la cinta original. Estas son las de Avantica Vandanapu y Jaquel Spivey, quienes interpretan a Karen Shetty y Damian Hubbard. Ambos actores proveen mucho carisma, momentos cómicos y cierto nivel de realismo ante el tipo de personalidades que se pueden encontrar en una escuela secundaria. Sus interpretaciones son tan buenas que me atrevo a decir que cualquiera de ellos es digno de su propio spin-off en forma de serie. Sería algo que me encantaría ver.

Bebe Wood, Reneé Rapp y Avantika Vandanapu en “Mean Girls”. (suministrada)

El resto de los actores hacen buen trabajo, incluyendo a Renee Rapp como Regina. La única actuación que no estuvo mal pero no se destaca tanto como hubiese deseado es la de Angourie Rice como Cady Heron. Esta actriz hace lo que puede con el papel pero finalmente carece de la experiencia para proveer una interpretación impresionante. 

Mean Girls es una cinta que te disfrutarás de principio a fin en la pantalla grande y cuando salgas no querrás parar de escuchar ese álbum. Disponible en cines desde el 11 de enero.