Reseña de “Bloodshot” con Vin Diesel

Vin Diesel es un soldado transformado en una máquina de venganza en “Bloodshot”, el más reciente salto del actor al cine de género.

Hay dos tipos de película en el repertorio de Vin Diesel… bueno, tres si se cuenta aquella vez en que intentó ser niñera. En un tipo de película, Vin es el héroe de acción que intenta salvar al mundo de la más reciente amenaza terrorista. En la otra, Vin es el héroe de acción en medio de una historia de ciencia ficción. En “Bloodshot”, basada en el personaje de Valiant Cómics, Vin se encuentra a sí mismo en el intento de un híbrido entre sus dos tipos de historia favoritas, aunque nunca tan autoconsciente y caricaturesca como “Fast & Furious” ni tan aterradora o ingeniosa como “Pitch Black”. 

En la película de 109 minutos, Diesel interpreta a Ray Garrison, un soldado de la marina que es asesinado junto a su esposa, solo para ser traído de vuelta a la vida con ayuda de nanotecnología. Ahora convertido en un soldado indestructible y sin recuerdo alguno de su pasado, Ray forcejea con adaptarse a su nuevo cuerpo, pero no por mucho tiempo, pues recuerdos de su vida pasada comienzan a asomarse, propulsando al decidido soldado a una violenta cacería de los responsables de haber matado a su esposa. En el camino, Garrison comienza a destapar las verdaderas intenciones del pionero tecnológico que lo convirtió en un super soldado.

El arsenal de clichés que componen la premisa de “Bloodshot” adquieren dimensión luego del primer acto de la película, tras una revelación que casi justifica las cuestionables decisiones que le preexisten. Aunque predecible, el giro transforma una historia demasiado familiar en una al menos interesante con destellos de algo mejor elaborado que se perdió en manos del director primerizo, Dave Wilson. Es su experiencia limitada como Supervisor Creativo en el departamento de efectos visuales de “Avengers: Age of Ultron” lo que ayuda que esta cinta con presupuesto mediano no tenga absolutamente nada que envidiarle a otras propuestas del género. En especial, las secuencias en que la piel de Garrison se regenera en medio de la acción proveen visuales refrescantes en un género donde queda muy poco por verse.

Es una lástima que el guion de Jeff Wadlow (Fantasy Island, Kick-Ass 2) nunca esté al nivel de sus visuales o de su elenco, liderado por Diesel pero completado en todos el sentidos por Guy Pearce (Memento), Eiza González (Baby Driver) y Lamorne Morris (New Girl), quien inyecta a la película con nueva energía y humor cuando más lo necesita. Lo que en un momento reconoce sus clichés y logra justificarlos, luego los adopta nuevamente sin explicación alguna, como si tratara de complacer a una parte de la audiencia que nunca captó su razón de ser desde un principio.

En esta, al igual que en el resto de su filmografía, Vin Diesel interpreta a Vin Diesel. No es secreto que al actor de 52 años le sobra en carisma lo que le falta en alcance, pero es esta la razón por la cual lo amas o la razón por la cual lo odias. Para aquellos en el extremo positivo, encontrarán elementos de sobra para su disfrute, entre ellos el trillado tema de la familia que se ha vuelto esencial en sus películas. Para el resto será otra larga experiencia en el cine; una repleta de clichés, “one liners” y secuencias de acción desenfocadas, pero nunca aburridas.

“Bloodshot” no tendrá la ligereza de una película del MCU ni la profundidad de algunas de las más recientes películas de cómics, pero con una cuarta parte de presupuesto de un enorme “blockbuster” y una clasificación PG-13 que raya en “R” por violencia y lenguaje, la película encuentra un imperfecto pero entretenido balance que no tendrá que complacer a todos para convertirse en la próxima franquicia rentable de su protagonista.