Dentro del género de películas de fe (cristianas), se puede decir que Breakthrough es de las más efectivas y mejores realizadas. La producción marca el primer largometraje de la directora Roxann Dawson, quien la mayor parte de su carrera fue actriz y luego se desenvolvió como directora de televisión para series como House of Cards, The Americans y This is Us, entre otros.
Esta cinta está basada en la increíble historia real de un adolescente de 14 años, llamado John Smith, interpretado por el actor puertorriqueño Marcel Ruiz. Al aventurar con sus dos amigos sobre un lago congelado, el trío cae al agua tras romperse el hielo. Logran salvar dos de los adolescentes, pero no a John quien se hunde en el lago. Finalmente es sacado por un bombero, que es ateo, Tommy, interpretado por Mike Colter. Fue una voz que lo dirigió hasta sacar a John de las aguas congeladas.
A pesar de no tener pulso, el joven es transportado a un hospital donde intentan resucitarlo. Tras pasar casi una hora sin pulso, el doctor y los enfermeros le indican a su madre Joyce (Chrissy Metz), que se despida de su hijo. Es aquí cuando el mensaje pro-fe de la película comienza en todo su esplendor. Los llantos de una madre implorando por la vida de su hijo se escuchan por los pasillos del hospital, abriendo paso a un canon de lágrimas entre el personal médico y, por extensión, a la sala del cine.
Cuando el monitor cardíaco muestra un pulso débil, Joyce y su esposo Brian (Josh Lucas), no pueden aceptar que su hijo posiblemente no sobrevivirá la noche, y de hacerlo, tendrá daño cerebral permanente. Es cuando la madre desesperada se da cuenta que su fe podría ser lo único que salve a su hijo.
Como muchas películas cristianas, Breakthrough intercambia el realismo por actos de fe y milagros; inclusive cuando es Joyce quien le da instrucciones al doctor de qué hacer con su hijo, pero dado a la temática de la película, es algo que se puede esperar. A pesar de que existen grandes interpretaciones como las de Metz, Topher Grace, quien interpreta el pastor juvenil de la iglesia de la familia Smith, y el talentoso puertorriqueño Marcel Ruiz (quien tiene un rol mucho más grande de lo que esperarías de un personaje en coma), hay algunos que pasan por debajo del radar, como las de Josh Lucas, quien sufrió de la carencia de química con su contraparte.
La debilidad más grande que afecta la película, que tal vez comparta con otras películas cristianas, es la previsibilidad. Sin embargo, no impacta su resultado ya que el largometraje es lo suficientemente hábil para evocar emociones fuertes tanto en audiencias devotas como escépticas.