“Una película de espías es sólo tan buena como su villano”, declara el filántropo y empresario Valentine en Kingsman: The Secret Service en una conversación con el protagonista, describiendo con certeza uno de los mayores logros de la nueva película del director inglés Matthew Vaughn (Kick-Ass, X-Men: First Class).
Mejor descrita como el resultado de la unión entre la franquicia de James Bond y la filmografía de Quentin Tarantino, Kingsman es una explosiva, ingeniosa, graciosa y absurdamente entretenida propuesta que llega a mediados de febrero a salvarnos de 50 sombras de perversión y aburrimiento con 130 minutos de violencia desmedida e inteligentes homenajes a las clásicas películas de espías que tanto apreciamos.
La historia de Kingsman: The Secret Service gira en torno a Eggsy (Taron Egerton), un adolescente problemático y poco refinado que es reclutado por Harry Hart (Colin Firth) – también conocido como el agente Galahad – miembro de una organización secreta de espías que intenta detener al genio y villano Valentine (Samuel L. Jackson) y su descabellado plan para salvar la humanidad de su inminente autodestrucción. Una vez son revelados los detalles de su elaborado plan siniestro, es evidente que este no es el tipo de película de acción al que estamos acostumbrados. La película se balancea entre el homenaje y la parodia, siempre haciendo una excelente distinción entre ambos.
El absurdo plan de Valentine incluye todos y cada uno de los clichés de este tipo de película; tecnología moderna con poco o ningún sentido, el apoyo de figuras políticas y hasta la famosa cuenta regresiva durante el tercer acto. Si aquí funcionan es porque la película nunca para de reconocer los aspectos trillados de la trama y se divierte con ellos.
En una película de espías no pueden faltar los artilugios o “gadgets” que nadie conoce bien cómo funcionan, pero no importa. Verlos en acción es su único propósito. Podría comenzar a describir cuán nítida está el arma principal de un Kingsman, pero dejaré que la película haga eso por mí. Lo que sí puedo adelantar es que después de ver Kingsman, no podrás levantar un paraguas de la misma manera.
La transición natural de Colin Firth al género de acción casi eclipsa el excelente debut en la franquicia del británico Taron Egerton, quien de todas formas logra resaltar en momentos claves. Sin embargo, es Samuel L. Jackson quien se roba la película como el villano de la historia, un multimillonario con un frenillo muy marcado y una absurda intolerancia para la violencia, proveyendo unos de los chistes recurrentes más efectivos de la película. Lo más extraordinario es que a pesar de todas estas características poco convencionales, el villano de Jackson logra presentarse como una amenaza legítima.
Uno de los homenajes a clásicos de James Bond más memorables viene en forma del personaje de Gazelle (Sofia Boutella), la asistente del villano Valentine y una posible prima lejana de Gogo Yubari con piernas prostéticas de sable y una presencia intimidante. Gazelle es, por mucho, el personaje femenino mejor desarrollado en Kingsman, cuyo guión sufre de una lamentable escasez de personajes femeninos que aporten al desarrollo de la trama y sobresalgan en un filme dedicado en su totalidad a caballeros en chaquetas y zapatos con cuchillas escondidas. El guión de Jane Goldman y Matthew Vaughn coquetea por un momento con elevar a Roxy, la compañera de entrenamiento de Eggsy, pero nunca logra trascender el estatus de “sidekick”.
La violencia desenfrenada de Kingsman es uno de sus mayores logros y es que pocos cineastas manejan la acción con el estilo que lo hace Matthew Vaughn. El término “sexy” pocas veces se utiliza para describir violencia, pero para Kingsman estoy dispuesto a hacer una excepción. Sobresale una escena cerca del desenlace de la película, en la que el personaje de Colin Firth se enfrenta a una congregación de cristianos radicales inspirados en la Westboro Baptist Church del estado de Kansas. Con una duración de aproximadamente tres minutos de sagrada violencia, la inclusión de la controversial escena siempre será un misterio, pero uno muy memorable. Lamentablemente, la versión que estrena hoy jueves, 19 de enero en Puerto Rico fue editada por órdenes de 2oth Century Fox Latino, por lo que tendrás que esperar por el DVD o Blu-ray para poder disfrutar de la escena completa.
De todos modos, Kingsman: The Secret Service debe ser tu primera opción cuando vayas al cine este fin de semana, siempre y cuando sean risas y acción lo que exija tu estado de ánimo.