Vanessa Kirby carga con los 120 minutos de este trágico drama sobre una madre que perdió a su recién nacido.

Los primeros 30 minutos de “Pieces of a Woman” son probablemente los más estresantes de cualquier película que hayas visto este año. Filmado en una sola toma por el director Kornél Mundruczó, el parto de la protagonista (Vanessa Kirby) es un impresionante truco técnico que no solo coloca esta película en un plano elevado, sino que reta a Kirby a alcanzar nuevas alturas en lo que ya era una prometedora carrera. Su alcance había quedado demostrado en series dramáticas como “The Crown” y películas de acción como “Mission: Impossible – Fallout” y “Hobbs & Shaw”, pero en este estupendo drama de poco más de dos horas queda grabado más allá de cualquier duda. 

“Pieces of a Woman” cuenta la trágica historia de Martha (Kirby), una mujer que se embarca en una jornada emocional tras la pérdida de su recién nacido. La tragedia trastoca su matrimonio con Sean (Shia LaBeouf), un ex adicto que nunca ha sido aceptado por su suegra. La trama de esta película no es nada que no hayamos visto explorado en películas como “Rabbit Hole” y la visceral “Antichrist” de Lars Von Trier a mayor efecto. La primera llevó a Nicole Kidman a una nominación al Oscar, y lo mismo podría hacer “Pieces of a Woman” para Kirby, quien acaba de alzarse con el premio equivalente en el Festival de Cine de Venecia.

Desde las primeras contracciones, Mundruczó nos deja saber que algo anda mal. Si has aunque sea leído la trama de esta película, sabes que el parto no tiene un final feliz. De igual manera, el director nos pasea de un cuarto a otro con la embarazada, dolores y malestares que invitan a hundir el botón del pánico, pero ninguno tanto como el repentino cambio de partera por indisposición de la original. La secuencia está filmada como una película de terror, cuya efectividad no dependerá de tu experiencia como padre o madre. La secuencia de 30 minutos es insuperable, incluso por los restantes 90 minutos de esta historia cuyos márgenes se van cerrando hasta convertirse en algo exclusivo de quienes puedan entender el dolor de perder a alguien que fue tuyo por solo unos minutos.

Como una mujer cuyo mundo se derrumba encima de ella, este es indudablemente el trabajo más retante en la carrera de Kirby, quien no falla en una sola nota. Su conflicto no es solo interno, sino también con su familia inmediata. Ellen Burstyn (The Exorcist) añade veteranía al filme como la abuela que intenta arreglar a su hija por medios legales.  Para ella, la depresión de su hija representa un fracaso en su labor como madre, frustración que ambas comparten sin darse cuenta. En un monólogo que servirá de “clip” en caso de nominaciones, el personaje de Burstyn le implora a su hija que “hable su verdad para poder superarla”. 

Por otra parte, Shia LaBeouf interpreta el rol de hombre “macharrán” con el que el actor de 34 años parece sentirse más cómodo; El infiel que raya en la línea de abusador, que acusa a su pareja de hacer lo mismo y que busca el momento perfecto para escapar. A pesar de compartir escena con Kirby por gran parte de la película, su personaje se siente como equipaje que está demás. No solo porque se muestra incapaz de entender el dolor de su pareja, sino porque llega un momento en que la historia lo descarta sin consecuencia alguna. Es el tipo de personaje secundario que no mueve la historia ni propicia mayor desarrollo en el principal. Sus acciones no tienen consecuencias y cualquier tipo de desarrollo queda abandonado sin explicación. Afortunadamente, nada de esto resta enfoque en Kirby, quien carga con los 120 minutos de este vehículo que promete cambiar el rumbo de su carrera. 

“Pieces of a Woman” se presentó en el Festival Internacional de Cine de Toronto y se estrenará en Netflix más tarde en el año. 

TIFF Review: Pieces of a Woman
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