Crítica de MILE 22 con Mark Wahlberg

Con su cuarta colaboración en cinco años, el director Peter Berg y el actor Mark Wahlberg se alejan del relato verídico e intentan establecer una nueva franquicia de acción… con un arranque prometedor.

En películas como Lone Survivor, Deepwater Horizon y la más reciente, Patriot’s Day, tanto el director Peter Berg como su actor principal en todas, Mark Wahlberg, se han inclinado hacia el relato heróico, destacando las hazañas de figuras excepcionales de la historia reciente. Ahora, con la mucho más pequeña en escala, Mile 22, este dúo dinámico añade al éxito con una historia ficticia que les da espacio para divertirse con toda la libertad creativa posible. El resultado son 94 minutos de pura acción que pone en primera plana las habilidades de su elenco, aunque por momentos no esté totalmente claro cuáles son las intenciones del director.

Wahlberg encabeza el elenco de Mile 22 como James Silva, un operativo de la CIA que lidera una de sus más letales divisiones. La división Overwatch está compuesta de individuos destacados que han sido entrenados para el combate físico y que reciben direcciones remotas por parte de su director, Bishop, interpretado por John Malkovich. En su más reciente misión, el equipo -compuesto también por Lauren Cohan y Ronda Rousey- debe trasladar un activo con valiosa información de un punto a otro, con el menor de los percances. Por supuesto, sin contratiempos no habría película de acción para reseñar, y Mile 22 coloca a su elenco en medio de un festival de problemas, balas y combate mano a mano en este prometedor inicio de una posible franquicia para el joven estudio, STX Entertainment.

Mile 22 es un extraordinario debut para Iko Uwais, estrella de acción de Indonesia que ha intentado dar el brinco a Hollywood desde que el resto del mundo lo conoció en la fenomenal The Raid y su secuela. Como oficial de la policía y protector de valiosa información que debe ser trasladado a un lugar seguro, Uwais es utilizado correctamente; de manera limitada y exclusivamente en secuencias de acción, donde luce inmenso incluso al lado de estrellas establecidas como Mark Wahlberg. El resto del tiempo, Uwais es un simple pasajero y objetivo de un gobierno que le falló a él y su familia y que ahora lo acusa de traidor. Esto es más desarrollo de lo que la audiencia espera de una cinta de acción, pero es un ingenioso preludio para el personaje más complejo de esta historia.

Desde una impresionante pelea con dos asesinos mientras uno de sus brazos está esposado a una camilla, hasta el momento final en que el director finalmente revela sus intenciones con estos personajes, Uwais nunca para de demostrar por qué es considerado una de las figuras de acción más emocionantes en la actualidad. Berg está consciente de ello y queda evidenciado en una decisión que llega en el tercer acto de la película y que inmediatamente crea anticipación para una posible continuación. Una segunda parte, por supuesto, dependerá de cuántas personas vean el atractivo en una propuesta de acción en la que el protagonista no es necesariamente un héroe condecorado ni persona más “nice” del mundo.

Este es uno de los más grandes riesgos que toma Berg, haciendo a Silva (Wahlberg) una persona poco agradable que nunca se gana el respeto de su equipo. La decisión crea una desconexión entre él y los demás personajes que entra en juego de manera efectiva en el tercer acto, pero que podría tener un efecto similar en la audiencia, quien siempre espera se le diga a quién debe apoyar en la historia.

Noventa minutos pasan volando en una película de acción como esta, pero su corta duración elimina toda la grasa de una historia con pocos enredos y enfocada en la acción. Después de todo, este es el principal atractivo y acierto de Mile 22, una propuesta que reafirma a Wahlberg y Berg como un efectivo dúo actor/director.