La cinta de terror y suspenso “Ready or Not” llega a los cines con el más sólido argumento para no contraer matrimonio, o al menos para pensarlo dos veces.

Para una novia, conocer a la familia de quien pronto será su esposo puede ser una experiencia aterradora, pero más aún cuando existe una marcada diferencia de clases entre ambas partes. Esta es la idea principal de “Ready or Not”, una propuesta de terror y suspenso que encuentra una manera fresca y extremadamente violenta de representar, en la era de la hipérbole, la usualmente complicada transición a una familia adinerada, tan apartada del estilo de vida y los obstáculos de la clase media, que se siente como entrar a un mundo completamente desconocido, donde lo irracional es la orden del día y la oportunidad de algún tipo de redención hace tiempo que no es opción. Al final, son estas características irredimibles de los principales antagonistas y una electrizante actuación por parte de Samara Weaving (The Babysitter) que “Ready or Not” logra mantenerse al margen en medio de la preocupante crisis de violencia que se enfrenta en los Estados Unidos.

Para Grace (Weaving), quien pasó su niñez de familia postiza en familia postiza, se trata de la oportunidad real para finalmente ser parte de una familia. Para la familia Le Domas, no es tan sencillo como bendecir a la nueva nuera y aceptarla en su gigantesco imperio y su mansión victoriana, cimentados en la fabricación y distribución de juegos de mesa. Como parte de una tradición generacional, el nuevo miembro de la familia solo será confirmado si sobrevive completa una partida con la familia, de un juego cuya selección estaría a cargo del azar. Para dicha de la audiencia y para desdicha de la protagonista, el juego seleccionado por Grace es el único que requiere jugar para sobrevivir. Imagina un mortal juego de escondite durante los eventos de “The Purge”, pero con elementos victorianos y el suspenso de “Clue” y absolutamente nada de política envuelta, y el resultado es “Ready or Not”, una película que funciona mayormente cuando su protagonista la carga en sus hombros.  

Samara Weaving, sobrina de Hugo (The Matrix), es la verdadera estrella de “Ready or Not” como el nuevo miembro de la familia que está siendo bombardeado por cada esquina, literalmente. La actriz de 27 años proyecta efectivamente la inocencia suficiente para conectar con la audiencia, pero transiciona paulatinamente a la heroína ruda que solo una experiencia como esta podría forjar en tan poco tiempo. Es lo más cercano al nacimiento de una figura icónica del terror que ha tenido el cine en mucho tiempo, y eventualmente el salvavidas de una película que se ahoga en su propia premisa.

Aunque nunca para de entretener, “Ready or Not” es el tipo de película cuyo guion forcejea con la difícil tarea de mantener fresca una premisa que constantemente presenta obstáculos para mover la historia en un “setting” contenido. Para una película en que los actos de violencia son parte esencial de la historia, estos quedan limitados en su mayoría al mismo chiste, e infligidos en miembros completamente desechables de un elenco tan grande, que permite poco espacio para el desarrollo fuera de la protagonista y su esposo (Mark O’Brien). Sin embargo, la carencia de desarrollo en la mayoría del clan Le Domas termina trabajando a favor del guion, pues extirpa a la familia de villanos de cualquier rasgo redimible, lo que a su vez exime a la producción de un peligroso intento de justificar inexcusables actos de violencia. Aunque podría parecer insignificante, es lo que separa esta propuesta de películas con potencial para la indignación colectiva que han causado propuestas similares, como la cancelada “The Hunt”, cuyos ángulos políticos (originalmente llamada Red State vs Blue State) al final resultaron ser mortales. 

El diseño de producción, la cinematografía y actuaciones de “Ready or Not” son otros de los elementos que elevan a “Ready or Not” por encima de las limitaciones del guion. La decoración victoriana es una de las más agradables sorpresas de la película, pues le inyecta aires de propuesta de terror y casa embrujada que solo añade al misterio de andar huyendo los pasillo de una mansión con cuartos y pasillos secretos. Es en estos cuartos victorianos que nace nace una nueva estrella del cine de terror, capaz de trascender cualquier falla fuera de su control, y esto por sí solo es razón suficiente para unirse al mortal juego que ofrece “Ready or Not”.